𝗦𝗧𝗘𝗣𝗦𝗢𝗡-𝐒𝐨𝐯𝐢𝐞𝐭-𝐀𝐦𝐞 ☭ [+18]

E

Relamiéndose los labios, acarició las caderas del americano.

—Se me hace extraño que quieras hacer esto... Creí que me odiabas...—Dijo el mexicano, con un tono dulce y seductor al oído del contrario.

—Creeme, te odio, claro que si.—Tomando las mejillas del más bajo, le dió un beso en los labios.— Pero estoy necesitado...

—Entonces... Hagámoslo cariño... Hoy somos tu y yo solos.

Ambos se dieron un dulce beso, acariciándose de manera provocativa, mientras poco a poco, la ropa fue desapareciendo.

Y la humedad en los dos cuerpos se hacía presente;

Ahora el estadounidense estaba encima del mexicano, soltando pequeños sollozos y gemidos mientras pegaba pequeños saltos sobre el miembro erecto del más bajo.

No, no estaba necesitado. No sabía porque estaba haciendo eso, no lo disfrutaba.

Gimió cuando el latino comenzó a dar embestidas por su propia cuenta, llegando a tocar su punto G.

Queria llenar el vacío que sentía en su corazón, Pero no lo lograba. Al empezar su vida sexual tan temprano, pensó que quizás eso era para lo que servía;

Para satisfacer a los demás, el era un juguete, se convirtió en uno desde esa lamida en su mejilla.

Arqueó su espalda cuando llegó al clímax coordinadamente con el mexicano, cayendo rendido sobre el pecho de este, soltaba jadeos húmedos.

—No mames... No sabía que eras tan bueno en la cama, gringo...—Dijo, su tono era más suave y dulce, nada comparado al rudo y asqueroso comunista.

—Gracias, ya lo sé.

"Joder, eres tan bueno moviendote Америка".

—Ash, pendejo... Me dan ganas de romper ese orgullo que tienes.—Besando suavemente la frente del más alto, puso sus manos en sus caderas.—¿Me la puedes mamar?

"Abre la boca, te enseñaré a chuparla bien".

—Agh... mexicano tonto.—Soltando un suspiro, se levantó del pecho del mexicano y se acercó a las caderas de este.

—Ay we, era puro mame lo que decía, Pero si quieres hacerlo, no hay pedo.—Dijo en un tono burlón, acariciando los cabellos del americano.—Creí que después de hacerlo, no te ibas a poder mover más.

—Soy el número uno, bitch. Yo soporto cualquier dolor. Aparte, ni la tienes tan grande.

"Me duele... ¡Joder!"

Chilló cuando sintió la tibia lluvia de la ducha mojar su parte trasera, ardía, ardía demasiado.

—Bien que llorabas, hijo de tu chingada madre.—Tomando la cabeza del estadounidense, empujó su miembro dentro de la boca de este.

"Mierda... ¿Ya quieres vomitar?, que débil eres".

Con varias lágrimas a punto de salir de sus ojos, ignoró por completo las pequeñas arcadas que soltaba y comenzó a lamer y mover su cabeza de arriba a abajo.

Si todos los veían como un juguete sexual, ¿por qué demostraría lo contrario?, nadie jamás le creería que fue violado por su 'padrastro', los hombres no sufren de eso, únicamente las mujeres.

De que sirve tratar de hacer otra cosa...

México no fue el único con el que tuvo un encuentro así.

Comenzó a tener relaciones con otros países, tanto hombres como mujeres.

España.
Suecia.
Perú.
Finlandia.

Pero no sentía lo que quería, buscaba y buscaba, Pero no lograba hallar el sentimiento que necesitaba;

Enamoramiento.

Alguien que llenara ese horrible vacío, alguien que lo entendiera y amara a pesar de todo.

—Estados Unidos.—Nuevamente, esa voz firme y seria, lo ponía tenso.

—China.

—Toma.—Extendiendo su mano, tenía una pequeña cajita.

—¿Es una trampa?

—Estados Unidos.—Su voz parecía más seria.

—Agh, ¿Qué?, uno ya no puede ser curioso.—tomando la cajita, la apoyó en su regazo.— ¿Que es?

—Chocolates, así quitas esa cara amargada que tienes en las reuniones.—Y sin despedirse, se fue, sin mirar atrás.

El estadounidense quedó algo extrañado, sin embargo, no creía las palabras del chino.

Seguramente habían ratas fritadas o insectos;

Clara fue su sorpresa cuando vió que de verdad eran chocolates.

Agarrando uno, dudó por un momento si comerlo o no.

Pero, ¿Cómo iba a negar unos deliciosos chocolates?

Entonces los comenzó a comer, sintiendo el exquisito sabor dulce invadir su paladar, amaba esa sensación.

Y todo el mal humor, se fue por varios minutos.

—Ay Ame, mi hermano favorito...—Dijo, pasando su brazo por los hombros del americano, sus intenciones eran claras.— Hoy te vez muy guapo, ¿Sabes?

—Te apestan los sobacos, Australia.—Sin mirarlo, le ofreció un chocolate.—Bañate.

—¡Oye, no juzgues!, los reptiles tienen que estar en un ambiente húmedo, y hace mucho calor allí.—Con una perfecta sonrisa de oreja a oreja, le dió un mordisco a su dulce.— Eres el mejor, ¡Gracias!

Separándose de el, se fue corriendo nuevamente.

Su relación con Canadá había empeorado drásticamente...

Pero al menos Australia parecía estar cambiando su actitud con el otra vez, ahora se hablaban más que antes.

Detrás de un árbol, había observado toda la situacion, notando como el rostro del estadounidense habia cambiado de uno amargado, a uno más 'amigable'.

China no pudo evitar sonreír.