Adara
Acomodo mi cabello mientras me veo al espejo antes de levantar mi vista, notando la presencia de Katherine en la puerta. Ella se cruza de brazos y puedo ver una pequeña sonrisa asomarse en su rostro.
— ¿Vas a salir? —asiento con mi cabeza, pasando un poco de brillo labial en mis labios.
—Quizás seguí tu consejo e hice una, bueno, aun es muy pronto para llamarla amiga pero digamos que es una amiga. —Me giro por completo a ella la cual cierra la puerta antes de hacerse a mi.
Katherine me queda observando unos segundos en silencio, para luego abrazarme con tanta fuerza, de manera eufórica.
—Escucha, diviértete, pero no tanto, no alcohol, no chicos y quiero que vuelvas antes de las diez... ¿como lo hice?
Suelto una corta risa y asiento de manera dudosa.
—Vas mejorando.
...
Toco el timbre un par de veces más antes de colocar mis manos en mi chaqueta. Muerdo levemente mi labio inferior algo nerviosa y ansiosa, si imaginé que viviría en un lugar así pero no pensé que seria tan... tétrico.
Escucho ruidos de cerraduras y retrocedo unos pasos hasta que aparece una muy sonriente Lina frente a mi.
—Te estaba esperando, pasa.
Sonrío en respuesta e ingreso al lugar, una mansión enorme estilo victoriano, parecía un verdadero castillo.
—Tu casa es... —no encuentro palabras para describirlo.
— ¿Escalofriante?
—Yo iba a decir increíble —murmuro sin dejar de ver a mi alrededor. Los cuatros, las paredes, los muebles.
—A mi padre le gustaba la época victoriana, ahora que no está pensé en honrar su memoria sin tocar nada, todo está como él lo dejó.
La veo un momento asintiendo, solo pensando en como hace para hablar de eso como si ya no le doliera, incluso bromea con ella.
Quisiera ser igual.
—Sabes yo vivía aquí antes, en Westchester, hace unos cinco años y luego nos mudamos a Carolina del Norte.
— ¿Y por qué vuelves a una ciudad como esta? no me malinterpretes, aquí es tranquilo, todos nos cuidamos, solo que a veces puede ser una ciudad pequeña para tantas personas.
—Mi madre, ella... bueno por algún motivo en su testamento nos pidió volver a Westchester, pienso que es porque ella creció aquí, fue su última petición así que aquí estamos.
Camino hacia la cocina junto a ella y me siento en uno de los taburetes.
— ¿Estamos? —dice ella algo confundida.
—Mi tía Katherine y mi hermano pequeño, Matthew.
— ¿Soy muy imprudente si pregunto que le ocurrió a tus padres?
Veo mis manos un segundo, teniendo cortos recuerdos.
Se sentía frío el suelo y podía sentir algo líquido a mi alrededor, era mi propia sangre saliendo de todas partes de mi cuerpo. Sólo abro los ojos un segundo cuando escucho pasos. Y luego lo veo.
—Accidente de auto —me limito a contestar. - Yo fui la única que sobrevivió al impacto.
— ¿Y los del otro auto? ¿quienes eran?
—No lo sé, nunca lo supe solo se que ellos estábamos ebrios y se desviaron a nuestro carril, el nuestro era un Mustang del 99' y el suyo una camioneta Nissan, así que imagína como terminó.
Ella me queda unos segundos viendo en silencio antes de asentir.
—Lo lamento mucho por tus padres Adara —susurra en un tono suave y calmado.
—Está bien. Ahora solo quiero olvidar todo.
— ¿Tu padre? Él... —no encuentro las palabras correctas para preguntar.
—El enfermó —contesta ella, sin observarme, solo observa las tasas de café que estaba preparando.
— ¿Vives sola aquí desde entonces?
—Si, bueno, tengo a Marion, mi ama de llaves y Victor es mi chófer, ellos prácticamente me criaron.
Tomo la tasa de café y me levanto siguiéndola en silencio.
—Si mi padre viviera aún no te podría dejar pasar —continua diciendo y la veo sin entender. —Tenía la estúpida creencia que las mujeres pelirrojas de este pueblo eran brujas.
Enarco mis cejas y suelto una corta risa sin poder evitarlo.
—No me siento muy bruja últimamente.
—Decía que su tatarabuelo combatió en la guerra para eliminar a brujas y vampiros.
—Así como... un... ¿cazador de vampiros?
—Pacificadores —contesta ella de inmediato. —Así se llamaban.
— ¿Crees que aún hayan vampiros sueltos por ahí? —pregunto con cierta ironía.
—Bueno según la historia los encerraron a todos en una iglesia y los quemaron vivos.
Me quedo unos segundos en silencio. Wow, el giro de trama es impresionante.
—Es una buena historia, en Carolina del Norte solo teníamos lobos rojos y... algunos venados.
—Fue una época de mucha pobreza en el pueblo, las personas inventaban historias para atraer turistas.
...
Tomos mis cosas del auto y levanto mi vista a Lina, al notar su insistente mirada sobre mi, ella embolsa una sonrisa de inmediato.
—La pase bien, fue divertido.
—Yo también la pasé muy bien —susurro y me dispongo a salir del auto, pero me detengo un segundo volviendo mi atención a ella. —Gracias —digo finalmente. La rubia me observa confundida.
—No tienes que agradecerme, es divertido estar contigo, es como si te conociera de otra vida.
Asiento con mi cabeza y le regalo una última sonrisa antes de bajar del auto. Camino a la puerta y veo a Katherine en esta.
— ¿Sabes que hora es? —dice ni bien me acerco. No distingo si está molesta o solo está bromeando. —Las dos de la mañana Adara, quedamos en que volverías a las diez.
—Vimos una película y la hora pasó muy rápido.
— ¿Bebieron?
—No —contesto de inmediato.
— ¿Hubo chicos?
—No.
—¿No hubo chicos y aun así vuelves a las dos de la mañana? —bromea ella y niego con una sonrisa.
—Me voy a dormir Katherine, mañana iré al centro, haré algunas compras.
—Bien, yo mañana iré a trabajar y llevare a Matthew conmigo, le gustará ver como su tía insulta a algunos clientes.
—Seguro le encantará —bromeo.
Camino a mi habitación y me recuesto en la cama viendo al techo, estaba haciendo amigos, estaba las cosas bien en el instituto, pero entonces, ¿por que todo se sentía fuera de lugar?
...
GRACIAS POR LEER.

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ADARA
VampirosAdara Bennet vuelve a la ciudad luego de la muerte reciente de sus padres, con un hermano pequeño que cuidar y visiones inexplicables del accidente, intenta reconstruir su vida, lo que no sabe es que Westchester ya no es la ciudad que conocía antes.