Capitulo 10

165 13 1
                                    

Un adiós doloroso.

Despues de mi llegada pude notar la cercanía de Satoru, era realmente unido a mi, tanto que llegaba a extrañarme, no estaba acostumbrada a esa actitud suya

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Despues de mi llegada pude notar la cercanía de Satoru, era realmente unido a mi, tanto que llegaba a extrañarme, no estaba acostumbrada a esa actitud suya.

En cambio pude notar a Suguru más distante, algo lo perturbaba día y noche y estaba dispuesta a averiguar que era. Así me encontraba en la escuela de hechicería, caminando por los pasillos buscando a Suguru.

Apenas había despistado a Satoru para poder estar un rato a solas y esa era mi oportunidad. Llegué hasta el pasillo que hacia pico esquina donde se encontraba sentado Suguru.

-Estas bien?-pregunté, tomando asientos junto a él.

-Por qué no iba a estarlo?-

-Bueno últimamente te ves muy pensativo, Sugu estoy aquí para ti.-puse mi mano en su hombro en forma de consuelo.

Él me miró, cerró los ojos soltando un suspiro cansado, rodeando mi cintura con sus brazos, pegándome a su pecho.

-Pasaron muchas cosas mientras no estabas.-murmuró escondiendo su rostro en mi cuello, comprensiva acaricié su cabello.

-Está bien si no quieres contarlo.-

-Vi morir a una amiga (N).-mi cuerpo se tenso ante sus palabras.-Por un maldito mono que ni siquiera usaba energía maldita.-

Sus palabras me sorprendieron, aún así tenía un mal presentimiento que no podía explicar en ese momento, por lo que simplemente me límite a consolar a Suguru.

-Y.. (N) me gustas, me gustas mucho y lo que más me duele es que no seas mía y nunca lo serás.-traté de mirarlo pero él me lo impidió, negandose a mirarme a la cara.-Sé que tu mano le pertenece a Satoru e incluso tu corazón.-

-Suguru.. Yo no..-trate de hablar siendo interrumpida por él.

-No te atrevas a negarlo, cualquiera puede ver la forma en la que lo miras aún que ni tú misma te des cuenta.-mordí mi labio inferior nerviosa pudiendo notar como Suguru se aferraba a mi.

Nos quedamos en silencio, sin saber muy bien que decir, sentía como si de cierta forma se estuviera despidiendo de mi, como si se fuera a ir.

-Te quiero (N), por favor quisiera al menos una vez en mi vida poder probar tus labios.-se separó finalmente de mi pero no lo suficiente para dejar de abrazarme, levantando su rostro, aún así sus ojos evitaban los míos.

-Sabes que no.-pasé mis dedos entre sus mechones oscuros, no quería volver a repetir lo que ocurrió en aquella tienda.

-Sabía que ibas a decir eso.-cerró sus ojos, disfrutando de mis caricias como si tratará de grabarlas en su piel para siempre.-Espero que todo vaya a ir bien para ti.-

-Te irás cierto?-se quedó en silencio, poco después asiento lentamente.-No te detendré.-

-Lo sé, sé que no eres lo suficientemente estúpida como para hacerlo y eso me encanta de ti.-

-No puedo corresponderte, pero siempre tendrás un lugar en mi corazón Suguru.-finalmente me separé de él por completo.

-Aún que no lo creas eso me hace feliz.-se levantó de la banca y finalmente viéndome a los ojos.

-No hay forma de que cambies de opinión? -me agarró de forma brusca de la cintura.

-No, ya estoy decidido.-y con esas palabras terminó robándome un beso.-Lo sabía, eres magnífica.-

-Eres un completo idiota.-

-No tengas duda de eso, tengo una última petición.-me seguía sujetando.

-Espero que no sea llevarme a la cama.-

-Jaja, eso es lo que más deseo pero creo que tú no.-río por lo bajo.-Aún así no es eso lo que necesito, quiero que le informes a Satoru de que voy a matar a todos los no hechiceros para crear un mundo de hechicería donde no existan más maldiciones.-

-Realmente estas loco.-gruñi mientras negaba con la cabeza ligeramente.-Muy bien le diré a Satoru.-

-Lo estaré esperando en Shinjuku.-asentí separandome finalmente de él.

-Adiós Suguru.-mi pecho se hundió al pronunciar esas palabras, sentía como si estuviera dejando ir una parte de mi con Suguru.

-Adiós (N).-comencé a caminar por los pasillos mientras la sensación en mi pecho se hacía cada vez más dolorosa.

Pronto sentí mi cara humedecerse, comenzando a llorar en el pasillo, no podía evitar sentir que todo era mi culpa.

_______________________
Hola! Aquí está la actualización y se viene drama en verdad, y espero que le este gustando.

Tengo más relaciones amorosas en mis historias que en la vida real.

Gracias por leer y no se olviden de la estrellita<3

Los nueve años en los que más te amé I Gojo Satoru y tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora