Capítulo 8

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• No puede ser - pensé mientras miraba mi polo

• Hay no - dijeron

• Lo siento discúlpeme, no fue mi intención - dijo aquella chica

• ¡PERO POR QUÉ NO TE FIJAS POR DÓNDE CAMINAS!!!!! ¿ACASO NO TIENES CUIDADO? - grité completamente furioso

• Enzo, tranquilo - me dijo

• Branko ¿acaso no vez lo que hizo esta bruta? derramó el vaso de jugo en mi polo - le dije

• Sí, pero cálmate - me dijo

• Perdón, pero no le permito que le hable así a mi amiga - dijo el otro chico

• Branko ¿cómo quieres que me calme? mira mi polo, pásame la servilleta - le dije ignorando al otro chico

• En verdad lo siento mucho, fue un accidente - se seguía disculpando

• ¿Accidente? accidente es que te mandaran a ti a que nos traigas nuestros jugos - dije mientras me limpiaba

• Se ve que eres una bruta hasta para eso - dije mirándola seriamente

En eso ella me miró asombrada.

• Disculpe, pero yo le pedí a mi amiga que me ayudara a traer los jugos ya que yo les estaba trayendo la bandeja con los platos - explicaba el otro chico

• Enzo, será mejor irnos - me dijo

• Claro que sí y nunca volveremos a este restaurante de cuarta en donde sus sirvientes son unos brutos descuidados - dije aún furioso refiriéndome a cierta chica

De repente alguien llegó.

• Disculpen ¿qué está pasando aquí? - preguntó una señora que me supongo será la dueña

• Tía lo que pasa es que - decía el chico, pero yo lo interrumpí

• ¿Usted es la dueña de este restaurante? - le pregunté

• Así es joven ¿por qué? - me preguntó

• Pues verá, esa chica derramó jugo en mi polo - le dije

• No puede ser - dijo y luego miró a la chica

• Cuánto lo siento por eso - se empezó a disculpar

• ¿Cómo es posible que tenga sirvientes así de brutos y descuidados? - le pregunté

• ¿Disculpe? - me preguntó

• Sí, brutos y descuidados como ella no deberían estar sirviéndole a la gente como nosotros - le dije mientras la señalaba a aquella chica

• Disculpe, pero esa bruta y descuidada de la que usted está hablando es mi hija - me dijo

• ¿Si? pues entonces debería de educar a su hija mejor para que no haga este tipo de brutalidades - le dije

• Pero ¿qué? - decía y la interrumpieron

• Mamá, déjelo - le dijo

• Le pido respeto hacia mi tía - me dijo el chico

• Enzo, será mejor irnos - me volvió a decir

• Si Branko, vamos - le respondí

• Ah y ni crea que le vamos a pagar, no vamos a gastar nuestro dinero en lugares como este que no valen la pena - le dije a la señora para después salir de ahí siendo seguido por Branko

- Narra Aria -

(Pensamiento)

Pero qué tipo tan maleducado.

(Fin del pensamiento)

En eso veo que Percy está sosteniendo a mi mamá mientras caía sentada en una de las sillas.

• Tía ¿estás bien? - le preguntó

• Si hijo, no te preocupes - le respondió

• Mami - dije acercándome a ella

• Aria hija ¿qué pasó? - me preguntó

• Mami te juro que fue un accidente, yo les estaba por dejar los vasos en la mesa cuando de repente ese chico maleducado se paró e hizo que uno de los vasos se derramara en su polo - le expliqué y ella solo me miraba

• Tienes que creerme, por favor - le pedí

• Te creo hija, tranquila - me dijo

• Muchas gracias mami - le agradecí

• De nada mi vida, además no le vayas a hacer caso con eso de que dijo que tú eras una descuidada y bruta ¿sí? porque no lo eres - me dijo

• Lo sé y te agradezco mucho por animarme - le dije mientras la abrazaba

• De nada mi vida, tu tranquila - me dijo

Yo le sonreí.

• Y ahora ¿qué hacemos con esto? - preguntó refiriéndose a los dos platos con el otro vaso de jugo

• No te preocupes tía que yo me lo comeré - le dijo

• Yo lo voy ayudar y luego vamos a ir con Percy a mi habitación a hacer el diseño del volante para la clase de pintura - decía

• De ahí yo te pagaré estos dos platos - le dije finalmente

• Hija, pero no te preocupes que esos platos no se cuenten - dijo

• Cómo no se van a contar mami, por mi culpa ese maleducado y su amigo no quisieron pagarte los platos así que yo te los voy a recompensar - le dije

• De acuerdo - aceptó finalmente

• Y ¿sabes qué mami? mejor que nunca más regresen para que no le den una mala energía al restaurante - le dije

• Aria tiene razón tía, mejor que nunca se vuelvan a aparecer por aquí - dijo

• Bueno con tal que no se vayan en contra del restaurante está bien - aceptó

• Tía, no pienses en eso - le dijo

• Vas a ver que no pasará eso mami, confía en mi - le aseguré

• Ojalá mi vida - me dijo

Yo solo le sonreí.

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