Aprender a Amar

Capítulo 13

• Hola Aria - me saludó

• Tyler ¿eres tú? - le pregunté aún sorprendida

• Si Aria, soy yo - me dijo

• No puedo creerlo, volviste - dije mientras lo abrazaba

• Si, volví para quedarme, aunque todavía no sé por cuanto tiempo - me dijo

• ¿De verdad? qué pena ¿o sea que te vuelves a ir pronto? - le pregunté triste

• ¿Recién acabo de volver y ya quieres que me vuelva a ir? - me preguntó

• Claro que no bobo, solo que pensé que volviste para quedarte definitivamente - le dije mientras golpeaba ligeramente su brazo derecho

• Por el momento creo que no definitivamente, pero espero que en un futuro no muy lejano pueda hacerlo - me dijo

• Así será, ya verás - le aseguré con una gran sonrisa en mi rostro

Tyler me quedó mirando y luego me abrazó.

• Te extrañé mucho - me dijo

• Yo también - le respondí

• Bueno, a ti y a todos claro - me dijo un poco nervioso

• Y ellos también a ti, te lo aseguro - le dije

Él me sonrió al igual que yo a él.

• Cuando todos sepan que estás aquí estarán muy felices de verte - decía

• ¿Y cómo están todos? - me preguntó

• Bien, justo mi mamá y Azul están arriba ¿por qué no pasas y así las llamo para que las puedas ver, aunque sea un ratito? - le propuse

• Si claro me encantaría, pero también quisiera hacer una cosa más cuando pase - decía

• ¿Qué cosa? - le pregunté

• ¿Podría comer algo? me muero de hambre, no he podido comer nada desde que llegué - me dijo

• Acaso no comiste nada de nada? - le pregunté

• No, porque apenas aterricé vine aquí - me dijo

• Increíble que todavía te acuerdes donde queda el restaurante de mi familia - le dije

• ¿Cómo olvidar el restaurante de la familia Andersen? si era prácticamente mi segunda casa, aunque tercera porque la segunda era el colegio ¿recuerdas? - decía

• Claro que recuerdo, ahí nos conocimos y nos hicimos amigos los tres con Percy - le dije

• Exacto y hablando de Percy ¿dónde esta? - me preguntó

• Vendrá más tarde porque saldremos a comprar algunos materiales - le dije

• ¿Materiales? - me preguntó

• De ahí te cuento - le dije

• Bueno, entonces ¿podría comer algo? - me preguntó

• Claro que puedes querido amigo, pasa que estás en tu casa - le dije

• Muchas gracias, querida amiga - me agradeció y luego entró