[|•En Cubierta•|]

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Sábado 5 de enero de 1924

En el frío amanecer de un día de invierno, me preparaba para emprender una misión peligrosa en tierras enemigas. Con uniforme de camuflaje blanco ajustado y una mochila con suministros esenciales al hombro, me despedí brevemente de mis camaradas antes de partir hacia la frontera rusa.

El viaje a través del territorio enemigo era arduo y lleno de peligros, pero ya estaba decidida. Siguiendo instrucciones precisas, me moví con cautela y astucia, evitando patrullas enemigas y trampas ocultas en el paisaje nevado. Después de dos semanas de caminata.

 Después de dos semanas de caminata

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-¿Pero a quien tenemos aquí?-

-Retrocede- Escuché una voz resonando en el aire helado, cuando lo encontré apuntaba su rifle hacia mí

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-Retrocede- Escuché una voz resonando en el aire helado, cuando lo encontré apuntaba su rifle hacia mí.

-Mierda-
Sorprendida por la súbita aparición del soldado ruso, levante las manos en señal de rendición.
-No puedo permitir que pases-, declaró decidido -¿Qué haces, infiltrándote en mí territorio?-

Mantuve la calma, evaluando rápidamente mis opciones mientras la nevada caía suavemente a nuestro alrededor.
-Solo estoy siguiendo órdenes- Lance mi navaja a uno de sus brazos pero cuando solto el arma ya me había disparado en una pierna.

Los dos nos camuflamos.
No puedo dejarlo vivo, arruinaría la misión.
Tomé algunas vendas y cubrí mi pierna.
Por lo menos el también estába herido.

Me encontró antes de que pudiera reaccionar
-No puedo dejarte avanzar-

Una batalla feroz e intensa, con ambos sufriendo heridas graves en el proceso

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Una batalla feroz e intensa, con ambos sufriendo heridas graves en el proceso.

A pesar del dolor, ninguno de los dos se detuvo, cada uno determinado a salir victorioso.

Con fuerzas menguantes, nos acercamos el uno al otro, cada movimiento fue un desafío agonizante. Con un grito de rabia, el soldado Ruso intentó apuntar su arma hacia mí, pero su mano temblorosa falló y logré por poco esquivar esa bala.

Aprovechando la oportunidad, me lancé hacia adelante con un último estallido de energía. Con una fuerza nacida de la desesperación, logré derribar al soldado al suelo y arrebatarle su arma.

Con lágrimas en los ojos y el corazón pesado, apunté el arma hacia él, quien yacía indefenso en la nieve.

Pero no pude disparar.
Tanto tiempo me prepararon para ésto, porque simplemente no puedo....
Sostenía el gatillo del arma pero no podía tirar de él.

-¿Realmente eres un soldado?- Preguntó con incredulidad antes de que golpeara su cabeza contra el filo del arma, dejándolo inconsciente

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-¿Realmente eres un soldado?- Preguntó con incredulidad antes de que golpeara su cabeza contra el filo del arma, dejándolo inconsciente.

Al soltar un grito de frustración, arrastré su cuerpo hasta el refugio que había construido tiempo atrás.

-Maldición- murmuré, mientras luchaba con la decisión de ayudarlo.

La imagen de mi padre sacrificándose en batalla se agolpó en mi mente, reconsiderando mi deber.

[La noticia desgarradora del fallecimiento de mi padre en batalla resonó profundamente en mi ser, nos dijeron que había perdido la vida defendiendo la frontera. Mi madre no podía soportarlo, pero aún así ella trató de protegerme más a mí que a ella misma.]

Respiré hondo y traté de mantener la calma mientras curaba sus heridas y lo dejaba en el refugio que había construido unas horas antes.

Tal vez esto me cueste la vida en cualquier momento, pero trabajaré rápido antes de que puedan descubrirme.

Finalmente, después de un día más de marcha solitaria, llegue a las afueras de una ciudad rusa. Con mi corazón en las manos, me preparé mentalmente para mi próxima tarea: infiltrarme en la agencia de espionaje enemiga y obtener información vital para mi país.

Con habilidades adquiridas en el entrenamiento militar, me deslicé silenciosamente por las calles, evitando ser detectada por los patrullajes enemigos. Encontré una entrada discreta a la agencia de espionaje y, con movimientos rápidos y precisos, me colé dentro del edificio.

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[La oscuridad envolvía cada rincón de la agencia enemiga mientras me deslizaba entre las sombras, mi pulso acelerado marcando el ritmo de mi determinación. Cada paso era una danza peligrosa con el destino, sabiendo que un solo error podría significar mi captura o peor aún, mi muerte.

De repente, un destello de luz inundó el pasillo, y mi corazón se detuvo. Un guardia enemigo se acercaba, su silueta oscura recortada contra la luz de su linterna.

"?&¿Qué diablos fue eso?-murmuró el guardia, deteniéndose en seco y examinando el área con atención.

Me quedé inmóvil, conteniendo la respiración mientras me escondía en la sombra más profunda que pude encontrar. Cada latido de mi corazón parecía retumbar en mis oídos mientras esperaba, rezando para pasar desapercibida.

El guardia se apresuró a cerrar una ventana y finalmente se fue sacudiendo la cabeza con incredulidad antes de continuar su patrulla.

Cuando estuve segura de que se había alejado lo suficiente, exhalé un suspiro de alivio y continué con mi misión, mis pasos ahora más cautelosos que nunca.

-¡Eso estuvo cerca!- murmuré para mí misma, mi corazón aún palpitando con la emoción de la estrecha evasión mientras me esforzaba por completar mi tarea en la oscuridad opresiva de la noche.]

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Después de días de trabajo tenso y meticuloso, finalmente completé la misión y me retiré del edificio sin ser detectada. Con los documentos secretos cuidadosamente guardados en una mochila, me embarque en el peligroso viaje de regreso a casa, sabiendo que cada paso acercaba un poco más a la victoria para mi país.

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