En el distrito de Katurunco, conocido como el distrito del placer, un asesinato ha sacudido los cimientos de la ciudad. Tatsuya Shirai, un miembro leal de la familia Doshina, ha sido falsamente acusado de eliminar a un alto mando del clan Kynli. Aho...
Un joven de cabello castaño caminaba por el puente. Aunque se veía cansado, mantenía una expresión alegre. Al continuar, divisó unos taxis y se dirigió a uno en particular. Al entrar y sentarse, el conductor lo observó de arriba a abajo. El joven llevaba una camisa naranja con detalles en amarillo y negro, y su cabello corto enmarcaba una sonrisa extravagante, una de esas que podría encantar a cualquiera.
El conductor pareció reconocerlo y soltó un suspiro amargo.
- Kazuna, ¿se puede saber por qué, de todos los taxis, decides tomar el mío? - preguntó el taxista, un hombre con lentes de sol y cabello castaño.
- Ryo, Ryo, ¿acaso no puedo tomar el taxi de mi amigo y charlar un rato? - respondió el joven castaño con una sonrisa despreocupada.
- *Suspiro* Si por tu culpa me echan la bronca, te quitaré esa sonrisa que tienes - dijo Jiro, encendiendo el auto con una expresión amarga antes de comenzar a conducir.
- Tranquilo, de todos modos no es como si ganaras mucho trabajando aquí - exclamó Kazu con tono despreocupado.
- Sí, pero sabes muy bien que es un trabajo que me gusta - respondió conductor, ajustando sus lentes de sol mientras mantenía la vista en la carretera.
- Cambiando de tema, ¿cómo ha estado tu hermano? - preguntó Kazuna.
- Bien. ¿Y a dónde vamos, señor? - respondió Ryojiro con un toque de sarcasmo.
El joven de camisa amarilla se inclinó hacia adelante, apoyando los brazos en el respaldo del asiento.
- Tú ya sabes a dónde quiero ir - dijo el joven castaño, con su sonrisa extravagante y un guiño juguetón.
Aizawa comenzó a conducir, dirigiéndose hacia una calle cercana al centro de la ciudad. El motor ronroneaba suavemente mientras avanzaban, las luces de la ciudad reflejándose en los cristales del taxi.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
~~~~~
Al llegar, Kazuna bajó del auto y se despidió de Ryojiro con una sonrisa.
- Nos vemos, Ryo. Saluda a Tat y a Kai de mi parte - dijo, antes de cerrar la puerta.
Ryo asintió y arrancó el auto nuevamente, dirigiéndose hacia la sede de taxis que no estaba muy lejos de allí. Las luces de la ciudad se desvanecían mientras se alejaba, dejando atrás a Daji.
