Capítulo VIII - Capítulo IX

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Capítulo 8

"Sin descanso, sin aire"

En un callejón oscuro y estrecho, Tatsu se había escondido detrás de un basurero, apoyado contra la pared mientras saboreaba un cigarro. El humo se mezclaba con el aire húmedo y denso del lugar. Dejó escapar un suspiro profundo, apagó el cigarro contra la pared y se levantó con un movimiento decidido.

Salió del callejón y se encontró cara a cara con Mashida, que lo miraba fijamente. - Así que aquí te escondías, Tatsuya - dijo Mashi, mirándolo fijamente con una expresión cansada. Tatsu, el peliblanco, tomó una posición defensiva.

- Ya me derrotaste, no hay necesidad de pelear. De todos modos, ni siquiera tengo fuerzas para golpearte - respondió, su voz cansada y resignada. 

Sohei lo miró por un momento antes de acercarse. Sin previo aviso, agarró a Tat del brazo y lo arrastró de vuelta al callejón. Shirai no ofreció resistencia. - Aquí estaremos tranquilos - dijo Hei, su voz resonando en el callejón.

Tatsu, el peliblanco, lo miró extrañado, sin entender del todo las intenciones de Sohei. El hombre le devolvió la mirada. La tensión en el aire se mantuvo, mientras ambos permanecían en el callejón, alejados del bullicio de la ciudad. - ¿Por qué no estás intentando matarme? - preguntó el joven, todavía desconcertado.

Mashi lo miró en silencio por un momento antes de responder - Puede que me hayan ordenado matarte, pero siendo sincero, estoy demasiado cansado como para golpearte. Quizás la próxima vez lo intente. - respondió Mashida, apoyándose en la pared.

EL peliblanco, miró con inquietud al hombre, que permanecía apoyado contra la pared con los ojos cerrados. -Aunque me mires, no pasará nada - exclamó Sohei sin abrir los ojos. Tatsuya frunció el ceño, todavía desconcertado por la situación, pero no dijo nada.

 El joven permaneció en silencio, luego se levantó y volvió a mirar al hombre. - Me encantaría quedarme y arriesgarme a que me mates, pero tengo que ayudar a dos personas. Nos vemos. - comentó el muchacho de fedora.

El hombre abrió un ojo, lo miró y respondió. - Está bien, nos vemos, Shirai .- antes de volver a cerrar el ojo.

El joven miró nuevamente con inquietud al hombre y luego comenzó a caminar fuera del callejón. Sin embargo, fue detenido por Mashida.

 - Dile a Ryojiro que Suzuki sigue vivo. Seguro que se alegrará de saberlo - comentó Sohei mientras el Peliblanco salía de aquel lugar.

- Que tipo tan... Raro.- pensó para sí mismo Tatsuya mientras caminaba. Desde la distancia, notó que la entrada principal estaba infestada de hombres, por lo que decidió optar por la puerta trasera. Se asomó para asegurarse de que no hubiera nadie en el interior y, al confirmar que el área estaba despejada, decidió entrar.

****

Al entrar, varios hombres yacían en el suelo, y sobre ellos se destacaban dos figuras: Ryojiro y Nishida, que a duras penas habían logrado acabar con los enemigos.

 - ¿Nishida, Ryo, están bien?- preguntó el Peliblanco, mirando preocupado a los dos jóvenes. El Pelinegro se quedo en silencio, observando a Tatsuya con una expresión pensativa. 

- Sí *jadeo* estamos bien. Aunque no puedo decir lo mismo de ellos.- contestó el Castaño.

Nishida se acercó al joven de gafas. - ¿Estás cansado? Pensé que tendrías más resistencia- dijo el Pelinegro.

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