𝓗.⠀𔘓⠀𝓥𝒐𝒎𝒊𝒕𝒂𝒏𝒅𝒐 𝓐𝒎𝒐𝒓

Capítulo 5. Sarpullido y la flor confesora

──¡Ah! Ya no puedo más, Jake ──exclamó Sunghoon en un corto gritito de frustración, alzando los brazos por arriba de su cabeza y uniendo sus manos por detrás de esta, estirándose mientras inflaba el pecho y cerraba los ojos con las comisuras de sus labios ligeramente curvadas.

  Su exclamación recibió un “sh” por parte de la bibliotecaria que se encontraba en su puesto de vigilancia, el cual era justo detrás del mostrador. También obtuvo miradas algo molestas de parte de algunos pocos estudiantes que estaban en las mesas más cercanas de la que ellos ocupaban.

  ──Haz más silencio, Sunghoon. Harás que nos corran ──respondió Jake casi susurrando, viéndolo sólo por un instante para enseguida regresar la vista y su atención al cuaderno entre sus manos.

  ──Pero ya me cansé de leer esto ──se quejó el pelinegro, encogiéndose en su sitio y dejándose caer sobre el respaldo de la silla; un ceño arrugado y labios fruncidos demostrando su cansancio ──¿Acaso no te cansa… Física? ──preguntó después de unos segundos, estirándose hacia enfrente para ver el contenido del cuaderno de Jake.

  ──Historia ──contestó Jake enseguida, sin levantar la vista de su cuaderno ni despegar el lápiz de él. ──Lo que hago es repasar los tres últimos temas para el examen de Historia. Y no, no me cansa estudiar, Hoon… ──Finalizó con sus labios juntos en una fina línea. ──Si tanto te cansa releer eso, ¿por qué no mejor vas a dormir?... ¿O es que necesitas ensayar con alguien tu papel de la obra? Porque si es así aquí estoy, digo, aprovecha cuando tengamos algo de tiempo y estemos juntos para que te ayude ──sugirió después de unos segundos, alzando la vista y señalando con el lápiz las hojas que tenía Sunghoon entre sus manos.

  ──No, no es nada de eso. ──Sunghoon volvió a su postura inicial, alzando y soltando con su índice y pulgar diestros la esquina inferior izquierda de las hojas que componían el “guion". ──Además, esto ni siquiera es una obra, es más como una representación informativa por lo que ha ocurrido últimamente. No es nada trágico teatralmente hablando, pero demasiado excesivo y exagerado a mi parecer para ser objetivos sobre un tema real. Parece como si quisieran asustarnos en lugar de informarnos... ──El pelinegro hizo una expresión de disgusto, pero enseguida la cambió por una más suave mientras reía tímidamente. ──Lo que en verdad sucede es que tengo hambre ──respondió, volviendo a encogerse en su altura.

  ──No creo que sirvan algo a esta hora en cafe, Hoon ──respondió Jake mirando el reloj colgado de la ancha y alta pared que tenía a su izquierda, el cual marcaba cuarto para las once.

  Sunghoon apretó ligeramente los labios para después exhalar audiblemente.

  ──Eso lo sé, pero ahí hay una máquina expendedora que tiene un pan con crema batida en el medio y me estoy muriendo de hambre de sólo recordarlo ──abrazó su abdomen, inclinándose hacia delante hasta acostarse en la mesa mientras cerraba los ojos y hacía un imperceptible e inconsciente puchero.

  ──Hay máquinas expendedoras por toda la Academia, ¿sabías?

  Sunghoon movió tantito su cabeza para mirar a Jake.

  ──Eso también lo sé, genio.  ──Calló por unos segundos en los que se debatía por qué más decir para sonar convincente. Transcurridos otros tantos, por fin decidió decir la verdad... o al menos ser parciialmente honesto. ──Está bien, lo que sucede es que no quiero ir solo, ¿de acuerdo?  ──respondió con un suspiro de derrota, aún con la frente pegada a la mesa. Realmente esperaba que el australiano entendiera.

  Por toda respuesta, Jake murmuró un suave y distraído "mmm". Sunghoon estaba seguro que había perdido su atención hacía un rato cuando tardó en contestar y se enfurruñó por eso, pues había perdido la oportunidad. En cambio, Jake parecía más interesado en las hojas que Sunghoon estaba aplastando con sus manos. El azabache lo notó, levantó sus manos, liberando así las hojas de su prisión, y Jake enseguida las deslizó sobre la mesa hacía sí mismo, sonriendo.