Capítulo 2. Imparables cosquillas revoloteadoras

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──¡Ya sé! ¿Por qué no vamos a la Casa Embrujada primero, luego al Péndulo y después a la Montaña Rusa? ──Sugirió un entusiasmado Jungwon, sonriendo grandemente a los seis chicos que tenía enfrente, quienes parecían desconcertados por su elección de atracciones.

  Sunoo rio por lo bajo. Desde que conoció a Jungwon sabía que su apariencia le hacía ver como alguien tranquilo, pero verdaderamente no lo era cuando se trataba de diversión.

  ──En ese caso no deberíamos de comer nada absolutamente a partir de ahora, porque el Péndulo y la Montaña Rusa destrozarán nuestros estómagos y apetitos ──sentenció Jake.

  ──Claro, genio, ¿y entonces cuándo quieres que comamos? La mayoría son juegos violentos. A este paso terminaremos comiendo algo cuando salgamos de aquí ──refutó Jay. En ese momento el estadounidense escuchó un ruido característico, provocando que volteara a sus espaldas mientras decía entre risas: ──Tan sólo escuchen: Sunghoon ya tiene hambre.

  Un pequeño debate se originó entre el grupo: Sunghoon trataba de golpear a Jay por evidenciarlo mientras los demás discutían sobre qué deberían de hacer, pues Heeseung señaló algo muy importante que habían pasado por alto: los horarios y capacidad de cada uno de los juegos, pues todos tenían indicaciones diferentes.

  A pesar de que pareciera que estuviesen peleando, Sunoo no se lo tomó a mal; al contrario, reían y jugaban, por lo que estaba feliz por ellos.

  Cuando en el internado les avisaron que visitarían un parque de diversiones para festejar el Año Nuevo Lunar que había ocurrido dos semanas atrás, así como también celebrar las buenas calificaciones que tuvieron los grupos de los grados menores en el primer examen del curso, Sunoo pensó que esa salida sería una gran oportunidad para que todos se acercaran más. Los chicos ya se habían conocido antes: alguna que otra vez se reunían en las salas de estudio o en las bibliotecas para estudiar. Como los amigos de Sunghoon estaban uno o dos grados más avanzados que ellos, Sunoo les recomendó a sus amigos que se acercaran a ellos si tenían dudas con alguna materia. Y así lo hicieron: Jungwon empezó a frecuentar a Heeseung; Niki a Sunghoon y él mismo se acerco a los tres mayores.

  Le alegró verlos divertirse y hacer bromas entre ellos, pues le aseguró que se habían acercado más con el paso del tiempo y que definitivamente se estaban convirtiendo en amigos. Meditó un poco sobre ello y al darse cuenta de que la cercanía entre los chicos se debió gracias a la cercanía que él mismo estableció y procuró con Sunghoon, unas cosquillas se instalaron en su abdomen, específicamente en su estómago.

  Extrañado por la sensación, colocó una mano sobre la zona en donde la sintió, arrugando un poco su prenda superior en el puño que formó.

  ──Al parecer a Sunoo ya le dio hambre también ──Jay interrumpió la discusión mientras veía hacia la dirección del nombrado, a lo que todos lo imitaron.

  Sunghoon se acercó inmediatamente al lado de Sunoo, apoyando una de sus manos sobre su hombro y provocando que sus cosquillas, que ya estaban a punto de desaparecer, volvieran.

  ──Bien, ¿por qué no hacemos esto? Nos dividiremos: los que quieran comer, localicen un puesto de comida y los que no, pueden ir a las atracciones que deseen, poniéndose de acuerdo, claro, ya que no pueden ir solos... ¿Les parece? ──Heeseung sugirió, a lo que recibió un sí por unanimidad.

  Rápidamente los siete chicos se alejaron del croquis del parque de diversiones y emprendieron su camino, en parejas o trío, a sus respectivos destinos.

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──Buen provecho ──dijo Sunghoon antes de hincar el diente a su hamburguesa.

𝓗.⠀𔘓⠀𝓥𝒐𝒎𝒊𝒕𝒂𝒏𝒅𝒐  𝓐𝒎𝒐𝒓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora