Nuestro amor jamás fue nuestro, siempre le perteneció al tiempo.
No fue nuestro cuando veíamos el atardecer en aquel puerto. Tampoco cuando me besabas a escondidas en cualquier lugar. Mucho menos cuando bailábamos bajo la lluvia, mientras reíamos a carcajadas.
Nuestro amor jamás fue nuestro, siempre le perteneció al tiempo.
Porque cuando estábamos juntos, nos sentíamos solos. Porque cruzamos la señal de alto sin siquiera verla. Porque buscábamos excusas para vernos, pero llegado el momento, nuestra mirada siempre iba al teléfono.
Nuestro amor jamás fue nuestro, siempre le perteneció al tiempo.