Científicamente comprobado que sos un pelotudo [Minsung]

B

"Es tu culpa"

"¿Mi culpa?, es tu culpa, le pusiste mucho vinagre"

"Vos fuiste quién le puso el vinagre a la botella, Minho"

"Entonces le pusiste mucho bicarbonato"

"También se lo pusiste vos"

Como sabrán, el cohete rinde más como desodorante de ambiente que como cohete. El olor a vinagre se esparce por la cocina, y qué suerte tengo que mamá no esté en casa. Mamá si me lees, no vuelvas a casa, y si vuelves, entonces fue Jisung quien se gastó el vinagre.

El cielo se cubre por un manto oscuro repleto de estrellas que nunca logro ver más allá que las tres marías y ese helicóptero con pronombres es/trellita.

El pullover rosa cubre el cuerpo de Han Jisung y nunca me percate de lo chiquito que es. Jisung es delgado por dónde lo mires, pero tiene cachetes grandes que combinan con el color de la prenda. Me gusta como le queda la ropa grande, me gustaría también regalarle ese pullover pero tengo la leve sospecha de que prefiere chuparle la pija a un random antes que alguien lo vea con prendas rositas.

"El rosa lo usaban los varones antes" menciono.

"Otra vez con eso, no tengo la masculinidad débil, gracias" me discute él.

Me gusta también como el viento fresco mueve los pelos sueltos de su flequillo mal peinado. Quisiera peinarlo, pero no creo que él quisiera que yo le tocara el pelo. Por favor, ¡qué pervertido!

"A vos te queda lindo el rosa"

Jisung se queda callado, asimila por unos instante qué dije y yo también lo hago. ¿Qué dije?, ninguna mentira, ¡lo juro!. Él mira el pullover, lo mira por mucho tiempo que por poco no me muerdo las uñas. Lo noto. Lo noto y me emociono. Mi corazón palpita y me recuerda que sigo con vida, pero Jisung se sonroja y siento que muero. Es lindo, mi cabeza piensa que Han Jisung es más lindo de la cuenta y que mi ropa hace que se sienta mío.

Y si le pregunto, ¿Querés ser mío?, probablemente me grite, me acuse y se vaya. Mañana por la mañana puedo ser solo dos cosas para él, otro insoportable más del aula o el maricón de mierda que le propuso cosas indecentes como pertenercerle. Ah, pero Lee Minho es un indecente de nacimiento y un boca suelta desde que aprendió a pronunciar la palabra mamá. Menos mal que nunca me lo cruce, gracias a Dios.

"Bueno, gracias, lo voy a tener en cuento en el futuro, creo"

Hay algo que no me gusta de Han Jisung, y es que siempre muestra poco interés en aquello que sí se interesa en él.

"Mentira, te queda horrible, es la peor combinación que podés usar. No uses nunca más rosa, te hace ver extremadamente feo"

"Loco, posta te digo, ¿qué te pasa conmigo?" Jisung frunce el ceño pero no se le mercan tantas arrugas, la única arruga que se le marca hace que quiera ocultarla con mi dedo. "Venís y me bardeas, vas y me bardeas, estás y me bardeas", cuando Han Jisung está enojado se le hace una única arruga en el entrecejo y siempre mantiene la boca abierta en un ligero y molesto puchero.

Antes que siga hablando aprieto sus cachetes con la intención de que cierre la boca como una persona normal, hay muchas moscas dando vueltas y una se le puede meter. Escuché que una de las moscas se llama Minho, nunca la conocí tampoco, ¡gracias a Dios! Pero la boca de Jisung no se termina de cerrar, ¡es más!, ahora el puchero es una trompita gordita y me río porque Jisung no tiene los labios gorditos.

"Nunca te pongas ácido en la boca, te queda re feo" me río y ahora entre sus cejas ya no hay una sola arruga, son dos, ¡Impresionante!

"Loco, fijate bien lo que me vas a decir porque te puedo llegar a cagar a trompadas" algo dice pero no puedo entenderlo bien. Trata de zafarse de mi agarre pero es más flacucho y débil que yo que me río más fuerte. Bajo mis manos se ve todo aplastado y rechoncho, me gustan las cosas que se ven feas y gorditas pero Jisung no es feo ni gordito a no ser que tenga mis manos encima suyo. "¡Pará!, me duele, animal" dice una vez que lo suelto y no puedo evitar retorcerme por el dolor de panza que me genera reírme así de fuerte y de él.

Quisiera ver sus expresiones, qué piensa y cuánto desea hacerme mierda a patadas, pero entre las lágrimas y la cara roja de la risa logro alcanzar el suyo. Jisung sólo me mira y nada más.

Las luciérnagas a su alrededor revolotean en su pelo despeinado. Por un momento de mi vida creí que las luciérnagas ya no existían, que habían mutado a una nueva especie secreta o que simplemente ya no existían. Pero ahora las veo y las tiene a su alrededor. La luz del fondo de mi casa, cálida, dibuja la silueta de su cuerpo y los pelitos de mi pullover.

En el caos de mi mente, cuando el mundo trata de ignorarme y yo sigo buscando al mundo, a veces divago entre los pensamientos de las personas. Cuando me ignoran imagino sus pensamientos y nunca puedo imaginar buenos pensamientos hacia mí. Pero ahora, mirándolo a él, no puedo deducir ninguno.

Es mi mente que no persigue a nadie.

No lo persigue a él.

O simplemente no puedo perseguirlo.

"¿Qué?" le pregunto en un hilo de voz.

"Nada" responde rápidamente y desvía la mirada.

Lo imito.

En algún punto del momento, la presencia de Jisung en mi casa la siento incómoda y ya no es divertido reírme de él si no se enoja, si sólo se dedica a mirarme con luciérnagas en los ojos y en el pelo.

Miro hacia todas las direcciones que puedo, esperando, buscando algo, una excusa o una emoción. Trato de buscarlo pero huye al igual que yo. Nos veo perdidos entre una excusa que no encontramos. El ambiente raro, pesado, feo, no lo quiero.

"Uh, mirá se hizo re oscuro, ¿no?" me enderezo y guardo mis manos en los bolsillos de mi jogging. Trato de tomar una postura desinteresada, pero que él me mire con esa cara rara que tiene hace que el estómago se me revuelva.

"Sí, mejor me vuelvo, ¿no?"

"Sí..., mejor, ¿no?"

"Sí..."

Pero no se mueve. ¿Por qué no se mueve?, quiero que haga algo para poder ir al baño a cagar todo lo que tengo en estómago, sea lo que sea que haya comido y me haya caido mal.

"No te preocupes por el cohete, nos podemos fijar después" trato de llenar esos espacios vacíos donde ninguno de los dos tiene intenciones de hablar. Jisung asiente y me sonríe. ¡Ah!, qué dolor de panza, no doy más, me hago caca. "Bueno, andate, ¿no?"

Finalmente quita esa cara rara, las luciérnagas se dispersan y creo que nunca estuvieron ahí. La luz parpadea un poco y a su alrededor vuelan mosquitos, Jisung las mira antes de volver a mí. Se acerca y retrocedo al instante, antes de notar lo que hice él bufa y se despide con la mano.

"Nos vemos en el cole, Minho, chau"

Ya en el baño intento descargarme en el inodoro, tratando de hacer fuerza para que el dolor en mi estómago disipe. Hay algo cálido dentro mío, una felicidad que no logro descifrar de dónde viene porque es diferente. Tal vez sea el tiempo que alguien me dedicó por primera vez. Tal vez sea consecuencia de no ser ignorado. Tal vez sea que con Jisung la paso bien. Tal vez sea que me gusta la forma en la que río y me peleo con él, o en la forma en que se enoja o como le gusta escucharme hablar y a veces trata de seguir las conversaciones.

Oh, Dios.

¡Quiero ser amigo de Han Jisung!

¡Y no para que me haga la tarea!

Quiero verlo mañana en el colegio, ¡Tengo todo planeado!, qué le diré, cuándo y cómo. Tengo maña en esto de hacer nuevos amigos, tal vez no maña para hacer que me presten atención, o me escuchen siquiera. Creo que no tengo amigos.

Pero Han Jisung puede ser el primero

La verdad quisiera ser como las luciérnagas y poder revolotear alrededor de su pelo y esconderme en sus ojos. Los ojos de han Jisung son tan grandes que no sé cuántas luciérnagas pueden esconderse ahí dentro. Quiero saber. Quiero entrar y contarlas una por una, perder la cuenta y volver a empezar. Pero en el colegio, cuando con una sonrisa entro al aula, él ya está sentado con alguien más, se ríe con alguien más y es amigo de alguien más.

Y para mí, permanece inmutable aquel solitario asiento al rincón del aula.