𝐁𝐫𝐞𝐚𝐤 𝐭𝐡𝐞 𝐥𝐢𝐧𝐞 -'

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Cuando Sunoo despertó por la mañana un sábado, supo que sería un dia perfecto para salir. También la excusa perfecta para invitar a Ni-ki.

Lo había llamado por teléfono después de desayunar y él de milagro le había aceptado para salir. Últimamente siempre ponía la excusa de la universidad, así que Sunoo prefería no insitirle mucho. Pero esta ves no tuvo que persuadirlo tanto, parecía estar libre.

Ambos quedaron de encontrarse en un centro comercial para meterse a los juegos de máquina juntos.

Sunoo esperaba a Ni-ki sentado en una pequeña mesa, mirando a su alrededor, percatandose de las muchas parejas que concurrian ese lugar.

Viendo a simple vista diría que esas personas no tenían vergüenza en ser tan pegajosos y melosos en público. Pero luego recordó que Ni-ki y él solían ser mucho así.

Solían ser.

Por que recientemente no demostraban mucho ese cariño en frente de las personas.

Sintiéndose totalmente entrometido, siguió prestándole atención a la vida de los demás hasta que su mirada se encontró con algo que lo sorprendió.

Sabía que no estaba viendo mal en cuanto Jungwon lo miró desde lejos, notandolo desde la distancia. Jay lo acompañaba, pero él parecía no haberse percatado aún de su presencia.

Al parecer Jungwon trató de ignorar el hecho de que acababa de ver a Sunoo, ya que desvió la mirada muy rápido. Pero claramente Sunoo siempre estaba un paso por delante, así que no dudo en acercarse un poco, gritando el nombre de Jungwon para que Jay también lo escuchara.

Ambos voltearon en su dirección, uno más sorprendido que el otro.

—Kim, que sorpresa —dijo Jay.

—Hola Sunoo —Jungwon saludó, seco.

No le había funcionado lo de hacerse el loco.

—¡Que cosas encontrarnos justo aquí!

—Si, que cosas —repitió Jay—. ¿Estás aquí solo?

—Ahora mismo si, como puedes ver. Pero de hecho, en unos minutos llega mi novio.

Jungwon se tensó, simplemente con escuchar "mi novio".

Jay notó la incomodidad en la situación, así que quiso sacarlos a ambos de ahí. No iba a permitir que el día de su amigo se arruinara.

—Bueno Kim... Nosotros nos vamos, que tengas un lindo día con...

—¡Espera, espera! —Sunoo alzó la voz, dando un paso al frente—. ¿No es muy cruel despedirnos tan pronto? ¡Hace mucho no nos vemos y ya los extrañaba!

Jay rodó los ojos. No le creía nada.

—¿Extrañarnos? Si, claro.

—En serio, en serio. Más bien, se me ocurrió una idea... ¿Por qué no tenemos una cita doble?