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Cuando salieron de la cafetería y se encontraban en el campus, los dos se sentaron en el césped cerca de una fuente

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Cuando salieron de la cafetería y se encontraban en el campus, los dos se sentaron en el césped cerca de una fuente.

—¿Quisieras que te cuente como me fue ayer ? —Jungwon preguntó, sacando su celular del bolsillo.

—En realidad quería preguntarte algo —quiso ser directo—. ¿Podemos hablar o debes regresar?

—¿Quieres hablar ahora? —Jungwon soltó una risa indolente—. Ayer se te hizo muy fácil ignorarme y ya.

—No pensé que estuvieras molesto por eso.

—En realidad no lo estoy mucho. Se me olvidó todo el tema después de salir con Ni-ki.

—La verdad no quiero saber sobre eso.

El ceño de Jungwon se frunció. Por primera vez Jay no quería escucharlo.

—Dijiste que siempre estarías para mí. ¿Ahora no puedes siquiera escucharme?

—¿Qué estás diciendo? —Jay se sorprendió por la actitud a la defensiva.

—Quieres que responda a tus preguntas pero tu no quieres hablar conmigo, me ignoras y...

—Jungwon, tu no me escuchas. Yo siempre lo he hecho.

—¿Eh? —parpadeó con desconcierto.

—Solo no quiero escuchar sobre él, por que no podré decirte lo que pienso. Y por que seguirás haciendo lo que es peor para ti, sin importar lo que yo te diga.

—Hazlo... —Jungwon bajó la mirada—... Di lo que sea que pienses. Pero no dejes de escucharme. Me duele.

Jay suspiró. Estaba volviendo a presenciar la inestabilidad de Jungwon, y odiaba el hecho de verlo así.

—Mírame, sabes que siempre estoy aquí. No te estoy restando importancia.

—Pero me ignoraste...

—No lo hice con esa intención —Jay negó, apoyando una mano en su hombro—. Solo estaba pensativo, y quería disculparme en algún punto por no volver a llamarte.

—Me sentí mal. Por que me recordó a cuando antes...

—Jungwon —le interrumpió rápidamente—. Lo siento.

—Yo no quiero que estemos mal —habló con la voz entrecortada, con los ojos cristalizados.

—No llores, anda. —Jay le secó la primera lagrima—. No estamos mal, Jung.

—Juralo.

—Te lo juro. Nosotros nunca estamos mal, lo sabes.

Jungwon terminó asintiendo, acabando con su pequeño berrinche antes de mirar hacia al frente.

—Perdón por llorar —dijo, ciertamente avergonzado.

—No seas tonto. No importa.

—¿Qué querías preguntar? —se secó las últimas lágrimas y habló más seriamente.

𝐁𝐫𝐞𝐚𝐤 𝐭𝐡𝐞 𝐥𝐢𝐧𝐞 -'Donde viven las historias. Descúbrelo ahora