𝐁𝐫𝐞𝐚𝐤 𝐭𝐡𝐞 𝐥𝐢𝐧𝐞 -'

14

Jungwon había ignorado todos los consejos de Jay.

Después de una situación para nada agradable, sus planes de salir juntos se arruinaron. Después de que Kyujin terminara su escena de la cafetería, Jungwon había recibido múltiples mensajes de personas insultandolo y culpandolo acerca de la ruptura de su amigo.

Había leído absolutamente todos los tweets sobre él. Y claramente, se sintió terrible.

Jay le dijo que pasaría un tiempo a solas por que aún se sentía afectado por la situación, cosa que Jungwon entendió perfectamente. De todas formas, él tampoco tenía ánimos para salir después de todo lo que había ocurrido.

Además, estaba consciente de que eso aumentaría los rumores. No necesitaba eso.

Pero claro, Jungwon era una persona sensible. Y todo le había afectado tanto al punto en que su cabeza tomó un ritmo equivocado

El ritmo en el que todo lo que tenía que ver con Jay y sus consejos desaparecían.

Ni-ki lo había llamado. Y había aceptado salir con él.

Estaba demasiado sensible. Necesitaba alguna compañía.

Se convenció de que era una salida normal, nada del otro mundo. Simplemente enfrentaría sus sentimientos, haciendo como si no existieran. Siendo como un amigo más para Ni-ki. A eso necesitaba llegar.

Habían quedado de verse en un acuario. Jungwon sabía que a Ni-ki le gustaba todo eso de los animales marinos, pero nunca pensó que lo invitaría justamente a él para compartir esa experiencia.

De camino al lugar, Sunoo se cruzó por su mente inevitablemente. Se preguntaba como estaban las cosas entre él y Ni-ki, por que a simple vista parecían distantes. De vez en cuando revisaba las redes sociales de ambos, pero hacia mucho tiempo que no se dedicaban publicaciones.

No daba la impresión de que las cosas estuvieran bien.

Con sus pensamientos atormentandolo y un sentimiento de culpa en su pecho, salió del vehículo que lo transportaba e inspiró hondo antes de abrirse paso a la entrada del lugar.

Inmediatamente fue rodeado por la atmósfera acogedora del mar. No había mucha gente, ya que era un día entre semana, y normalmente el acuario era más concurrido los fines de semana. Así que no se le hizo difícil ver a Ni-ki desde la distancia, deleitandose con todas las criaturas marinas. Su sonrisa tierna e inocente era como un sueño. Uno en el que no podía durar mucho tiempo.

Agitó la cabeza, incorporándose. Se acercó a paso lento, con miedo de ser notado. Con miedo a escuchar la voz que siempre lo llevaba a la perdición.

Cuando llegó a su lado, no dijo nada. Simplemente miró hacia al frente y se distrajo con una mantarraya.

—Te noté desde que llegaste —Ni-ki rompió el silencio inmediatamente, aún mirando al frente.