ACCIDENTALMENTE ENAMORADAS - SuperCorp [Terminada]

CAPÍTULO 10

Hola de nuevo... dejo otro capítulo ya que el otro era muy corto, espero disfruten 🥰💙

— La verdad no sé qué decirte. No me sorprende que estés en Mindvale después de tanto tiempo. Pero me sorprende más saber que te has llevado a Lena contigo. ¿Mike qué dijo al respecto? ¿Siquiera sabe algo? ¿Ha pasado algo que deba saber? — La voz de Nia sonaba parsimoniosa y suave al otro lado de la línea. Kara miró el follaje del árbol sobre ella mientras dejaba su mente volar sobre las preguntas realizadas.

— No sé si estoy lista para hablar de ello, Nia. No quiero decir que no voy a contarte, pero quiero que-... —

— Lo entiendo. Te conozco de prácticamente toda una vida como para no saber que lo hablaremos cuando estés lista para hacerlo. Es solo que-... — Kara la escuchó suspirar al otro lado de la línea— Esto de tu boda con Mike me tiene tan mal. ¿De verdad te vas a casar con él, Kara? — Kara sintió un nudo en la garganta y las lágrimas de nuevo en sus ojos al escucharla increpar sobre el tema. Sintió que la voz se le iba a quebrar en cualquier momento.

— Ya no creo que vaya a casarme con él, Nia. — Escuchó el silencio del otro lado de la línea y luego la alarmada voz de Nia necesitando respuestas

— ¿Qué sucedió? — Nia calló en su lado de la línea al caer en la cuenta de que esa no era la pregunta correcta para el aparente estado emocional de Kara, así que se aventuró de nuevo— ¿Es esto por Lena? — Kara sintió que el corazón se le volvía a detener mientras la idea la abordaba. Nia aguardó esperando una respuesta de su amiga, pero al no obtener respuesta, agregó, recalcando suavemente cada componente de la pregunta, despacio y alborotando gravemente su cabeza, que de inmediato se dispersó con el pensamiento del chico de cabellos plateados y ojos dorados; insistente y reluctante a abandonarla— Kara ¿Te estás enamorando de Lena? —

¿Que si se estaba enamorando de Lena? Era una muy buena pregunta, en realidad. Si bien sus interacciones habían resultado fatales al inicio, Kara sentía que este viaje finalmente le había dado la posibilidad de amistarse con ella. O al menos hablarse sin tener que insultarse y odiarse, como al comienzo.

¡Pero a veces Lena hacía comentarios tan desagradables! A Kara no le quedaba duda de que si bien su relación con la ojiverde se había dado de la forma más peculiar parecía mejorar lentamente, aún deseaba tener su libertad a toda costa, con todo lo que eso implicaba.

¡No quería vivir una vida atada a alguien que apenas conocía y que ademas era insoportable! Ni siquiera estaba segura de que las interacciones que tenían fueran lo suficientemente positivas como para dar pie a algo más romántico, pero no era algo que estuviese preparada para descubrir.

Por otra parte, Lena estaba siendo bastante considerado con ella. Se había ofrecido a acompañarla a pesar de que no tenía idea de nada de lo que estaba atravesando. Y se había mostrado cooperativa con el asunto de su madre. ¿Podría ser que Lena comenzaba a mostrar interés en ella? Desechó la idea tan rápido como su mente la generó.

— No lo sé. No lo creo, Nia. — Contestó finalmente.

— De verdad estoy comenzando a pensar que lo estás. Lo cual no me molestaría en lo absoluto. Creo que Lena y tú pueden complementarse mejor de lo que imaginas. Y todo sería mil veces mejor que estar con Mike — Kara quiso gritarle a Nia en ese momento que detestaba que tuviera tan buena intuición. Justo ese día había podido comprobar de primera mano que sus palabras eran verdaderas.

Después de la visita de Franco Noriega a su carrito, no tardaron en agotarse las existencias en fideos y cerrar. Ahora ella estaba tomando un descanso (no había parado desde que inauguró el festival y ni siquiera se había cambiado el traje) en una banca bajo un frondoso árbol que la resguardaba de imponente sol; mientras Lena se había quedado recogiendo todo. Todo aquello acordado entre ambas sin discutir ni una sola vez.