ACCIDENTALMENTE ENAMORADAS - SuperCorp [Terminada]

CAPÍTULO 13

UN CAPÍTULO MÁS DISFRUTEN LA LECTURA 💙💙💙

— ¿Sabías que este estilo fusión fue fundado en 1997...? —

— Mmh, mmh —

— ... una chef ya con sus años en su haber, Selena, se llama... —

— Mmh, mmh —

— ... fue en un platillo experimental que-... —

— Mmh, mmh —

— Y una mierda, Kara. ¿No puedes comer de una manera más recatada? Eres una mujer, se supone que comas con más modales — Su tono de voz conciliador y conocedor se fueron a la basura y la impaciencia impregnó su voz — Tsk, Carol comía con mayor decoro de lo que tú podrías comer nunca —

Ahí iba de nuevo, su lengua filosa a ganarse una mirada acusadora de Kara, quien con la boca llena de comida, aguardó a terminar de ingerir, antes de llevarse los palillos a la boca, hablando con una voz muy baja.

— Lamento informarte que no soy Carol. Soy Kara — Repuso la rubia con voz muy baja antes de continuar su comida con mejores modales y menos descuidada e intempestiva que antes — Hmpf. Mike al menos no era grosero por mi forma de comer —

Y ahí iba a ella a picarla en venganza por su vómito verbal. Merecido lo tenía al fin, pero eso no significaba que la forma en que ella soltaba aquello, como un murmullo que pretendía ser solo para ella, pero que cumplía su propósito de alborotar ese bichito de los celos en su nuca y que siempre terminaba por provocar que se mordiera la lengua para no soltar un comentario aún más mordaz.

Lo que concluyó con una profunda molestia hacia ella misma. Lena no pudo quedarse tranquila después de lo que ocurrió. Continuó con la comida, pero esta de pronto ya no le sabía a nada. Vaya horror, estando en ese restaurante que solo podía imaginarse en sueños, con comida repentinamente insípida. Miraba de cuando en cuando a Kara, pero esta ya no miraba hacia ella y continuó su comida despacio y en silencio, lo cual agravó su culpa pese a la respuesta de ella. Ya no tuvo el valor de continuar su charla educativa acerca de la historia del estilo culinario aplicado a los platillos y sobre la combinación de especias e ingredientes inmaculadamente conjugados en ese platillo de aroma delicado.

Imaginó que luego tendría oportunidad de hablar con Kara de eso. Ya tenían aproximadamente un mes con esta clase de dinámica. Acordaban salir a comer fuera al menos un par de veces por semana, normalmente lugares únicos, de cocina muy específica, donde ella se encargaba de dar una cátedra amplia en todo lo que había que saber del lugar: desde la historia del chef, hasta la forma en que surgió el estilo.

Kara nunca le cortaba la explicación, aunque ciertamente no parecía muy interesada ni prestaba demasiada atención. Sin embargo, lo dejaba hablar y hablar mientras ella comía de buena gana. Y luego, si más adelante se presentaba la ocasión, ella preguntaba cualquier cosa relacionada, sabiendo que le respondería.

Así que de nuevo se sentía mal, ya que Kara siempre escuchaba (con mucha o poca atención, pero lo hacía) diligentemente. Y ella siempre encontraba una forma de mandar todo a la mierda al compararla con Carol. Como ahora.

No encontraba cara para disculparse y aclarar que no era a propósito, porque de verdad era una suerte de reflejo involuntario. Cuando su mente ya viajaba, viéndola por el rabillo del ojo en medio de su explicación, encontrándola hasta adorable por la forma tan peculiar en que comía un platillo diferente o nuevo; de sus labios salía lo exacto opuesto.

Se sentía mal por Kara. Por ser tan dura con ella y por todo lo que estaba ocurriendo entre ellos en ese momento (y para lo que ya ni siquiera tenía nombre). Desde que habían vuelto de Mindvale, no había tenido el coraje para sentarse con ella y enfrentarla acerca de lo que había ocurrido aquella noche bajo el árbol, donde la había besado y llamado por el nombre de Carol.