#3 Incorrect (K N J +21)

Cinco

Kirisha.

Pensé que no le iba a importar lo de mi ropa y demás  pero debía empezar con demandas leves, no debo dejar que sepa que le tengo algo de miedo, mi padre me dijo que no bajara la guardia y es lo que haré. Por eso sentí como una pequeña victoria que entrara con bolsas de ropa a mi habitación, tenía dos días estando solo en camisas larga sin ropa interior por lo que me estaba empezando a preocupar un poco.

—Creo que es todo lo que necesitas —su mandíbula se veía tensa.

—No necesitas traer tu las cosas, tienes gente a tu mando, ellos pueden dejarme las cosas.

—Desde este momento solo te atenderé yo —eso sonó algo mal — empezando por tu problema de tobillera.

Saco una especie de pulsera negra, cuando lo observe bien negué.

—Eso es mucho peor que la cadena, no me pondrás un rastreador.

—Es esto o la cadena, no tienes más opciones, y descuida es aprueba de agua, podrás ducharte con él sin problemas.

—No me lo pondré.

—Bien.

Camino hasta la puerta y cerró con llave, se acerco a mi para jalarme de la pierna y quitarme la cadena.

—Cámbiate.

—¿Qué?

—Lo que escuchaste, para cambiarte diario vendré yo a quitarte la cadena, pero tendrás que cambiarte enfrente mío, el baño está prohibido, no te has ganado ese privilegio.

No te doblegues, el no tiene el control.

—Perfecto —mire en las bolsas.

—Todo esta limpio puedes usarlo sin problema.

Se fue a sentar sin dejar de mirarme, pero algo en su mirada me hacia arder el rostro. Tome unas pantys y me las puse sin problemas. 

Busque lo demás y casi todos eran vestidos, saque uno de color negro y lo puse en la cama, me gire para quitarme la camisa.

—De ninguna manera —gruño —mírame Kirisha.

—¿No te parece muy enfermo mirar a tu hermana desnuda?

—No tenemos ningún lazo familiar —siseo —que mi padre sea el mismo al tuyo no hace que me importe, en realidad no nos conocemos.

Eso es verdad, compartimos un lazo sanguíneo pero jamás nos habíamos visto.

—Ahora vístete, antes de que me vaya y te ponga la cadena de nuevo.

Con algo de enojo quite la camisa larga, dejando mis pechos expuestos, no debería de pensar de manera inapropiada, esto lo hace por el control, la humillación, tratar de que yo ceda ante lo que necesita.

¿Entonces porque tiene esa enorme erección?

Yo no me moví, sus ojos me atraparon viendo su bulto, mi respiración se hizo más lenta, es casi hipnótico la lujuria que despiden sus pupilas.

Tome el vestido y me lo coloque, se levantó para tomar la cadena.

—¡Espera! —tome el rastreador —me pondré este.

Se inclino para colocarlo tomando mi tobillo, el clic cuando cerró encendió una luz, su vista fue hacia arriba  al igual que sus manos se deslizaron un poco por mi pantorrilla.

—Si eres más lista de lo que pensé —Se alejo para abrir la puerta de nuevo— pero cambia tu ropa interior que se nota la humedad.

Necesito salir de aquí antes de que haga algo estúpido…