Seis

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Kirisha

Son las cuatro de la mañana y me desperté porque moje la cama, pero no por orina si no por el maldito sueño húmedo más intenso que jamás haya tenido. Protagonizado por mi hermano secuestrador.

La imagen de él mirándome mientras me vestía me persigue y la idea de que se hubiera levantado para dejarme tocar esa enorme erección me carcomía.

Mi imagen en el espejo era de culpa, mis pupilas estaban dilatadas y el sudor en mi pecho notaba el calor del momento.

Cambie mi ropa interior, enjuague mi rostro y salí de mi habitación ahora que podía, baje a la cocina y me arrepentí.

Esta él.

Bebiendo agua vestido solo con un bóxer, su cuerpo está estúpidamente trabajado, cada músculo está marcado y definido, los tatuajes en su espalda lucen aún con la luz tenue de la cocina, sus piernas son igual de musculosas que sus brazos. Trague saliva cuando le di cuenta lo mucho que lo estaba observando.

Debí quedarme en mi habitación.

—Yo no puedo verte cambiar, pero tu puedes devorarme con la mirada —dejo el vaso en la barra de la cocina y en dos pasos estaba frente mío —eso es muy injusto hermanita —se agacho hasta que su rostro quedó a mi altura —pero lo tomare como un equilibrio, yo me aprendí tu cuerpo, puedes mirar todo lo que gustes.

Se paso de largo y lo vi salir de la cocina no sin antes decir.

—Si deseas tocar un día de estos, llegamos a un acuerdo.

Es mi hermano, es mi hermano, es mi hermano.

Regrese a mi habitación a darme una ducha fría…








Tu tranquila chica, entendemos, todas entendemos. No te culpamos de nada.

#3 Incorrect (K N J +21)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora