Capítulo 2

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⁀➴

La magia en tu mirada es confusa,

no sé lo que me causa,

tal vez me incomoda,

quizás me asusta,

tal vez me encanta.

—MelhaDragon.

—MelhaDragon

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Fue hace años cuando estuvo en el túnel. A él también lo habían encerrado cuando lo encontraron. Aún recuerda lo asustado que estaba, acababa de descubrir que tenía poderes y de un momento a otro se encontraba encerrado en una celda con personas a su alrededor tratando de descubrir si decía la verdad o no.

Es por eso que Hoseok puede entender muy bien que Jungkook estaba asustado. Así que se mantuvo un poco alejado para evitar que se sintiera intimidado con tanta gente a su alrededor.

—¿Qué fue lo que pasó una vez que decidiste escapar? —fue Yoongi el que preguntó.

Jungkook no los miraba, parecían ser más interesantes sus manos. Su ropa se veía gastada, haciendo evidente todo lo que tuvo que pasar para llegar hasta aquí. Su cabello oscuro, no muy largo, estaba despeinado y su piel clara estaba algo lastimada en algunas partes.

—Ellos intentaron buscarme, así que me escondí entre los humanos.

Namjoon pareció resoplar, le tiró una mirada a Tae como buscando una afirmación a la historia de Jungkook. Tae asintió. Al parecer decía la verdad.

—¿Usaste tus poderes? —le preguntaron.

—Al principio, solo fue para poder sobrevivir. Nadie se dio cuenta.

Yoongi se removió incómodo, ahora fue él quien miró a Tae. 

—Es cierto.

Jungkook levantó la vista, recorrió a todos de pie a cabeza y se detuvo en Hoseok. Pareció quedarse inmóvil. Algo en sus ojos cambió y no está seguro pero casi pudo ver un brillo en ellos.

—Se conocen —susurró Tae.

—¿Qué quieres decir? —Namjoon pareció alterarse.

Hoseok los miró a todos sin comprender tampoco a lo que se refería su amigo.

—Se conocieron en el mundo de los humanos —dijo Tae. Yoongi le tiró una mirada inquietante.

—¿De qué estás hablando Tae? —Hoseok le reclamó, ahora todas las miradas estaban sobre él.

Jungkook se puso de pie y levantó su mano, pudo ver de reojo que Nam se ponía alerta por si intentaba hacer algo peligroso.

Sobre la palma de su mano apareció una pulsera. 

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