Capítulo 4

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—No te preocupes por eso, iré en un momento a revisarlo.

La señora Choi había venido a pedirle ayuda con un problema en el río, al parecer un árbol se había caído e impedía el paso del agua. Era temprano por la mañana y no se encontraba del todo bien, su cabeza le dolía por no haber podido conciliar el sueño en la noche.

—Muchas gracias, Hoseok, acompáñanos a comer una vez que termines —le regaló una sonrisa y se alejó de inmediato.

Tomó una ducha rápida y salió lo más rápido posible hacia el río. En el camino logró encontrarse con la choza de Jimin, donde se dedicaba a asignar lo que los nuevos Hugams harían. Se preguntó si Jungkook ya habría ido. Trató de no pensar en eso.

Una vez en el río prestó atención a la situación, el árbol cayó justo en el medio impidiendo el paso al agua, los peces parecían alterados porque el agua salía a presión por donde podía.

Utilizó su poder y alejó el árbol del camino mientras que apartaba a los peces para que no sufrieran daños en lo que movía el árbol. Dejó todo en su lugar y con una sonrisa miró el trabajo realizado.

—Impresionante, ¿sueles salvar vidas todos los días? —una voz dijo a su lado.

Jungkook.

Hoseok desvió la mirada y bajó su mano con la que había acomodado el árbol a distancia.

—No salvé a nadie.

—Ayudaste a lo peces —Jungkook sonrió. 

De nuevo se puso nervioso.

—¿Mi otro yo no lo habría hecho? 

Jungkook dejó de sonreír.

—Tu otro yo me abría aventado el tronco a mí —Hoseok no sabía cómo tomar esa información.

—¿Ya fuiste con Jimin? —se cruzó de brazos y se giró para quedar de frente.

—Aún no —Jungkook pasó una mano por su cabello.

—¿Qué esperas? debes ser útil en algo —Jungkook extendió la mano y creó una manzana roja.

—¿Cómo eres capaz de juzgarme sin haber desayunado?, ¿es por eso que estás de mal humor? —Hoseok miró la fruta con atención. La tomó entre sus manos y miró a Jungkook, el contrario tenía la vista fija en él.

—No estoy de mal humor. Gracias —le dio una mordida y se alejó.

—¿A dónde vas? 

—Te acompañaré a ver a Jimin. 

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Jimin se encontraba en su jardín, acomodaba una que otra planta mientras tarareaba. Hoseok se acercó a él y lo saludó con ánimo.

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