Capítulo 6

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Si Jungkook pudiera describir su vida en una sola palabra solo podía existir una:


Injusta

Absolutamente todo en su vida había sido injusto.

Pasó por muchos años de tortura. Su mente lo agobiaba y su corazón lo ataba a recuerdos de los que no podía vivir ni aferrarse porque, conforme más pasaba el tiempo, más se desvanecían y más dolían. 

El conocer a Hoseok en su vida humana era lo único maravilloso.

Aún recuerda la primera vez que lo vio.

Jungkook entró a la tienda de antigüedades luego de ver un cartel en la parte de afuera donde solicitaban a un empleando.
Se acercó al mostrador donde un joven se encontraba de espaldas.

—Disculpe, vengo por la solicitud de empleo.

El chico frente a él se giró.

—Claro, el jefe no se encuentra pero si gusta puede llenar la solicitud y esperarlo.

Jungkook accedió. Tomó asiento en uno de los sillones y esperó con paciencia. Pasados los minutos fue inevitable notar que el chico del mostrador lo miraba constantemente. A él le causaba algo de ternura, prestó atención al joven y pensó que era realmente guapo.

Pasados los días fue contratado y comenzó a trabajar en la tienda. No pasó demasiado tiempo para que ambos se dieran cuenta de que eran la persona que ambos habían estado buscando. Jungkook se consideraba una persona romántica, aunque no lo demostrara con facilidad o regularidad. Pero lo era. Y por supuesto que con Hoseok lo demostraba cada vez que podía. 

El tiempo pasó y su relación fue mejorando, Jungkook ya no se imaginaba estando sin Hoseok a su lado. Le parecía una persona realmente encantadora, sus sonrojos cuando se acercaba demás mientras acomodaba algo, las palabras de alago y las perfectas sonrisas que le regalaba.

Hasta que llegó ese maldito día.

Solo le faltaban unas cuantas horas para poder regresar a casa con Hoseok, su jefe los había puesto en horarios diferentes porque decía que se distraían el uno al otro, lo que no era una completa mentira, pero los entristecía.

Se encontraba acomodando en un estante un par de estatuas antiguas cuando su celular sonó. Dudó un poco en contestar pues su jefe podría molestarse un poco más de lo que ya estaba por lo de sus distracciones con Hoseok. Pero respondió pues le sorprendió que era el número de su vecina; una señora mayor de un gran corazón que de vez en cuando los orientaba cuando cocinaban.

—¿Señora Park, se encuentra bien? no recibió una respuesta rápida.

—Sí, joven respondió ella luego de unos segundos.

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