El ascenso de una reina y la caída de un rey.
El heredero al trono, está muerto, su hermana menor, pero siguiente en la línea, va a sustituirlo.
Anna Diana Elizabeth Taylor Mary, con suficientes nombres como para confundir a una persona, tendrá que...
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𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐗𝐗𝐕
"Enamorado de ti"
- War Of Hearts.
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⚠️ ESTE CAPÍTULO CONTIENE ESCENAS NO APTAS PARA TODO TIPO DE PÚBLICO ⚠️
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Ahí estaba ella, había pasado lo que Benedict tanto había deseado la última semana, y sin embargo, no sabía como reaccionar ante eso. Anna aún no se percataba de que él había llegado, pero entonces, Bingley pronunció un educado "majestad", y Anna se volteó, haciendo que los ojos de ambos se encontraran al mismo tiempo. Los ojos ámbar de Anna, que podían resultar un refugio o un arma contra él. Tan grandes, que se iluminaron con las luces de las velas en cuanto se giró hacia él. Reynolds estaba del otro lado de la habitación, acompañándola.
—¿Vas a quedarte? —. Benedict fue directo al grano, sorprendiendo a todos ahí, menos a ella.
—Sólo si me dejas —. Respondió ella, en el mismo tono.
—Todos afuera. Su majestad requiere de un momento a solas con el duque —. Pronunció Reynolds, aguantando una sonrisa.
Pronto, todo el servicio, incluidos Reynolds y Bingley, salieron del comedor por la puerta más cercana a ellos, dejándolos ahora sí, solos. En cuanto se escuchó el sonido de las puertas cerrándose, ninguno habló de inmediato, pero quien sí lo hizo primero, fue Benedict.
—¿Cómo no podría dejarte? Este es tu castillo —. Suspiró Benedict, aún con un tono de seriedad.
—Y ahora es tu casa —. Insistió ella, mientras caminaba con las manos escondidas detrás de su espalda. Benedict soltó una tenue risa.
—Mi casa, sí.
—¿No concuerdas?
—No.
—Bien, entonces, podrías regresar conmigo a Buckingham...
—Es que tampoco sería mi casa. No si... —. Benedict se detuvo. Estuvo a punto de destilar todos sus sentimientos. Anna lo miró confusa.
Anna estaba evadiendo todo lo sucedido. Claro, él también lo había hecho en Aubrey Hall, pero lo hizo por la presencia de Eric. Ambos estaban solos, en el comedor. Anna podía explicarlo todo y aún así, estaba ahí, actuando como si todo estuviera bien entre ellos. Pero bueno, Benedict no podía pedirle que explicara algo que estaba tan implícito. Ella era infeliz en este matrimonio de sólo una semana, y él había sido el causante de su sufrimiento.
