Juanjo graba el videoclip para su próximo single. Martin actúa en él.
...
Martin se considera un actor serio. Joder, tiene un diploma de Dantzerti que lo prueba, dos años de teatro musical en Madrid a la espalda y una nominación a los Goya como actor revelación. Por eso, cuando su representante le propone hacer de chico de videoclip, la respuesta es sencilla: bajo ningún concepto.
Muchas gracias, pero tiene suficiente trabajo como para no tener que actuar en el videoclip de ningún artista del tres al cuarto.
"Creo que no me estás entendiendo, Martin." La voz cansada de su manager suena a través del teléfono.
"No, no, no me entiendes tú... Yo dije que quería hacer alguna serie, algo fuera del teatro, no esto." Contesta el chico, tumbado en el sofá de su casa. Justo cuando termina la frase, Chiara entra por la puerta del salón. La chica lleva un bol en la mano, con lo que Martin reconoce como helado. "Me niego a hacer un videoclip, como si fuera yo aquí... No sé, de verdad, que no me pega nada."
Chiara se sienta en el sofá a su lado, cruzando las piernas y apoyándose en su hombro.
"Martin... Todavía no has preguntada para quién es el videoclip." Responde la manager.
"Okay, vale, ¿de quién es el videoclip?" Cuestiona el chico, intentando robar parte del helado de su compañera de piso.
"Juanjo Bona."
Martin deja caer la cuchara que había conseguido robar a Chiara, irguiéndose rápidamente.
"¿Es broma?" Puede notar el temblor en su propia voz.
"No... Al parecer fue a ver El Fantasma de la Ópera." No puede verla, pero Martin sobrentiende la suficiencia en el tono de su manager. "Y le gustaste."
"¿Le gusté?¿Yo?¿A Juanjo Bona?" La incredulidad se plasma en su expresión irremediablemente.
"Pues eso parece, porque su representante me ha escrito ésta misma mañana preguntándome tu disponibilidad... ¿Le digo que no estás interesado, entonces?" La burla es notable en la pregunta.
"¡No! Por Dios, claro que estoy interesado, madre mía... Perdona de verdad, podrías haber empezado por ahí, Dios, me podría morir." Una risa se escapa de su boca al terminar de hablar. Chiara ha dejado de comer para mirarle directamente, la confusión escrita en su cara.
"Perfecto, cariño, pues te paso un mail con los datos y pasado ya tendrán listo el contrato... Creo que tienen prisa por grabar, para que no se filtre nada." Es la contestación final de la mujer, antes de despedirse rápidamente y dar por finalizada la llamada.
Martin no es capaz de contener durante más tiempo la emoción, saltando en el sofá inmediatamente, arrastrando a Chiara consigo. La chica le sigue, más por inercia que cualquier otra cosa, gritando y saltando, sin entender muy bien el contexto de la situación.
"¡Kiki!¡Kiki!¡Kiki!"
"¡Marts!¡Marts!¡Marts!" Ella suelta una risa, sin dejar de saltar en el sofá, agarrada de los hombros de su amigo. "¡¿Por qué estamos contentos?! Happy, happy, happy!"
Martin para de saltar, volviendo a tumbarse en el sofá bruscamente, intentando recuperar el aliento poco a poco. Todo ello sin dejar de sonreír, hasta tal punto que nota la comisura de sus labios tirantes.
"Kiki..." Un suspiro antes de continuar, mientras su amiga se tumba encima suya, quitándole el poco aire que había conseguido reunir.
"Tell me, tell me..." Chiara pellizca su mejilla, a lo que él intenta apartarla. Una idea se ilumina en los ojos de la chica. "Uh, tell me more, tell me more, like does he have a car? "