pasaros por mi perfil a leer mastermind, chicas, que me hace mucha, mucha ilusión y os va a encantar <3<3
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A Juanjo le gustaría no tener la imagen plasmada en su retina.
Le gustaría ser el tipo de persona que puede liarse con alguien y dejarlo ir. No analizar cada mirada, cada interacción. Normalmente, cuando las cosas le afectan, escribe una canción y consigue olvidarlas.
Pero no puede evitar sentirse como un acosador, escribiéndole canciones a un chico que, claramente, no quiere saber nada de él.
Todavía se acuerda de la primera vez que vio a Martin Urrutia. Fue en la sala de cine de su pueblo, con sus amigas al lado. Él no quería ver la película, realmente, todavía no sabe muy bien cómo acabó accediendo. Era demasiado indie y enrevesada como para resultarle entretenida.
Su opinión cambió radicalmente en cuanto el chico salió en pantalla.
Hasta sus amigas se dieron cuenta, girándose para burlarse del renovado interés que mostró por la historia; embobado mirando al chico bailar, aprendiéndose de memoria sus facciones y repitiendo cada una de sus líneas en la película.
Cuando volvió a casa, lo primero que hizo, fue escribirle una canción.
Bueno, no fue lo primero que hizo, pero si es lo único que está dispuesto a reconocer en voz alta.
Así que, unos meses después, cuando le preguntaron qué concepto tenía pensado para el videoclip que acompañaría la canción, sólo tenía una cosa en mente; era la excusa perfecta para conocer a Martin Urrutia.
Y lo había conseguido.
Durante unas horas, hasta llegó a considerar que el actor estaba tan dispuesto a seguir aumentando la tensión entre ellos como lo estaba él.
Sin embargo, después del mejor beso de su vida (empapado en una piscina y rodeado de todo un equipo de producción, ja), Martin había salido huyendo. Como si la sóla idea de haber compartido ese instante de intimidad, fuera demasiado real para él.
Tal vez, como él mismo, Martin es del tipo de personas que sólo se encuentran cómodas en la ficción.
Juanjo tiene un master en vivir su vida a través de supuestos ideales. No puede recriminarle hacer lo mismo.
Así que ahora, ha de conformarse con el recuerdo constante de la piel húmeda de Martin bajo sus dedos. De su expresión, moviéndose con la elegancia implícita a su cuerpo, con las luces de discoteca y la cámara capturando su mirada.
Es, probablemente, el chico más atractivo que ha conocido nunca.
"Bueno, creo que es hora de que dejes de regodearte en tu mierda." La voz de Álvaro suena a través del cristal del estudio, con los cascos puestos mientras se apoya sobre la mesa de sonido. "Llevamos toda la mañana y todavía no hemos grabado nada..."
El chico suelta un suspiro de frustración que, sino fuera totalmente merecido, habría enfadado al cantante.
"Hoy no es mi puto día, Álvaro." Acaba contestando, pasando una mano por su cara, intentando arrastrar con ello los pensamientos fuera de su cabeza.
"Ay, por Dios..." Dice el sevillano, rodando los ojos al mismo tiempo que habla.
Lleva trabajando con Álvaro en sus dos últimos discos, como productor y técnico de sonido en todos sus conciertos. Es, a falta de una mejor palabra para describirlo, su mejor amigo dentro de la industria.
