Capítulo 4: El amor también es libertad

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A pasos suaves y calmados, el erudito peli azul de ojos índigos entraba a la biblioteca, estaba bastante concurrida al ser día de exámenes para varias de las escuelas de la académia, así que ignorando varias miradas de jóvenes a su alrededor, busc...

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A pasos suaves y calmados, el erudito peli azul de ojos índigos entraba a la biblioteca, estaba bastante concurrida al ser día de exámenes para varias de las escuelas de la académia, así que ignorando varias miradas de jóvenes a su alrededor, buscó un sitio alejado donde poder descansar de tanta gente.

Se echó en el suelo detrás de una estantería de libros y se sentía lo suficientemente cómodo y escondido de los demás por lo que decidió quedarse ahí mientras maldecía internamente las dos lecciones que le seguían en una hora, pues si no fuese por eso ya estuviera en su casa o vagando lejos talvez conviviendo con Aranaras, que desde hace mucho le resultaron una grata compañía, pero no, los exámenes serían pronto y lo mejor era quedarse cerca.

Entonces recogió cualquier libro que había cerca y empezó a leer aunque no tuviera nada que ver con sus propios estudios, pues el solo quería matar el tiempo.

Así pasan varios minutos, el aburrimiento lo empieza a carcomer y para colmo aún se sigue castigando por la forma en la que actuó frente a Kazuha luciendo posesivo con el, pero a quien engañaba, en el fondo si quiere tenerlo solo para él, y aunque su orgullo y ego intentan impedirle que lo crea, sabe que se siente inseguro a causa de aquel muchacho tan risueño, carismático y para colmo atractivo.

La angustia y frustración por no saber controlar ni manejar esto que siente, se estaban apoderando de el, tras eso la creciente ansiedad que empezó a sentir por pensar que tal vez el que se sienta así podría espantar a Kazuha, tanto como para abandonarlo e irse con Heizu, quien luce más seguro de si mismo al contrario de el.

No entendía lo que sentía, necesitaba respuestas pronto.

Entre más lo pensaba más culpable se sentía, y las comparaciones con aquel chico al cual recién lo estaba conociendo le hacían pensar que sin duda Heizu era mejor que el.

No lo piensa más, se le levanta rápidamente con la respiración algo acelerada y se dirige a buscar en la biblioteca cualquier libro que le hable de los celos.

Aún sigue pensando que el leerlo le hará entender bien todo lo que siente y que en aquello puede encontrar una solución para manejarlo o aliviarlo.

—Yue, al fin te encuentro.

Una voz amable detrás suyo lo sacó de su trance e inicial crisis dentro de el.

Cuando el índigo giró, confirmó que se trataba de su pequeña amiga de cabellos plateados con puntas verdes, que lo miraba con una sonrisa y porte amigable.

— ¡Reina menor! — El erudito baja de la escalera en la que estaba buscando libros para quedarse frente a ella y agacharse a su altura para mirarla con desesperación y agradecimiento también por llegar justo a rescatarlo. —Pareces estar siempre que lo necesito. — le dijo con su voz algo temblorosa a lo que ella cambia su mirada a una de preocupación.

— ¿Qué sucede Yue? Te noto angustiado, ¿acaso te fueron mal en tus primeras lecciones? Si es así tranquilo, justo vengo porque me acaban de avisar que sacaste perfecto en todas, venía a felicitarte y decirte lo orgullosa que me siento de ti. — Nahida le sonrió radiante, también tratando de que se calme.

Aprendiendo a amarte (Pausada hasta febrero 2025)❀•- Kazuscara / KazuwanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora