Crystal tears | Rigel Wild

04

Había cuadrado mi cita con Lionel para esa misma tarde, me arregle con un vestido rojo corto con estampado de corazones negros, dejé mi pelo suelto me puse mascara de pestañas y un brillo rojizo, baje las escaleras al ver el mensaje de Lionel mientras soltaba una risa boba al ver la foto tonta que me habia mandado frente a la casa. Rigel estaba sentado en el sofá, ese día no había nadie en casa porque Anna y Norman habían ido a un viaje de negocios ya que se encargarían de las flores de una boda en otro estado y se pasarían unos días allí.

- a donde crees que vas con esa falda tan corta- se puso de pie bloqueando la puerta de la casa

-a una cita- dije remarcando la última palabra - así que aparta- intenté moverlo pero no se dejó y tomo mi teléfono en su mano- hijo de puta, devuélveme lo - dije pegando pequeños saltos tratando de alcanzarlo mientras el reia

- alcanzarlo si puedes pequeña estrella - dijo burlándose pero su cara cambió repentinamente- con el idiota aquel

- que te crees que estás haciendo- le reclamé intentando quitar mi teléfono de su manos pero fue en vano porque me esquivó y bajo el teléfono apretándolo fuerte

- con ese idiota, ¿en serio?- dijo con el ceño fruncido mientras se acercaba a mi- tiene que ser una maldita broma, de todos los que hay eliges al peor- dijo pegando un fuerte golpe en la cómoda de la entrada y yo pegué un pequeño salto

Otra vez ese miedo se instaló en mi pecho sentía mis piernas temblar y mis ojos picar, mi alma luchaba por salir al ver cómo sus ojos me miraban furiosos pero aun así brillaban como estrellas ardientes, como su nombre, provenientes de una de las estrellas que conforman el cinturón de Orión tan ardientes como el fuego.
Derepente se alejó tomando su cien mientras mi teléfono sonaba de fondo en mi tono de llamada, simplemente se largó dejando caer mi teléfono.

- ya salgo ha surgido un inconveniente pero ya estoy- dije con la voz temblorosa

-esta bien te espero fuera

Salí y lo saludé con un beso en casa mejilla y me acompaño hasta su coche, mire por ultima vez hacia la casa y ahí estába el cruzado de brazos y sus labios apretados en una fina linea.
El camino fue tranquilo con la música de fondo y conversaciones casuales ,pero de mi cabeza no salía el miedo que habia pasado y al parecer lo pense demasiado

-¿Vanesa?- llamo Lionel - te has quedado desconectada

- ammm si , ya sabes, exámenes, deberes y tal- me excuse y solté una risa nerviosa

- si no te importa mientras tú te tatuas iré ha hacerle unos recados a mi madre

-claro ningún problema- dije mirándolo

-que tanto me miras - dijo nervioso

- me encanta tu pelo- dije acercándome a el - es tan suave y esponjoso- dije enredando uno de sus mechones en mi dedo

- uso pantene- dijo nervioso con sus mejillas rosadas y yo sonrei- tú también tienes un cabello hermoso, es largo sedoso, oscuro- dijo con sus palabras atropelladas

-gracias pero siento que el tuyo es mejor- besé su mejilla dejando mi labial en ella

- hemos llegado- dijo parando frente al salon- vendré antes de que te lo esperes - dijo sonriente

-por supuesto- baje del coche y me despedí con la mano

Entre dentro y fui recibida por un hombre que por muy malas pintas fue muy agradable elegí dos diseños, una flor que bajaba por mí espalda con una frase entre todas mis cicatrices del pasado y... Una estrella entre mis senos.
Iniciaron por la estrella fue rápido y sencillo, poco doloroso al ser una delicada pero soportable y la espalda fue como la seda, en medio de la sesión llegó Lionel con un jugo para mí dijo que le gustaba el diseño y que se veía muy bien, no pregunto por las marcas. Conversamos por alrededor una hora y se hizo más llevadero. Pagué 100€ por el servicio y nos marchamos a comer.

- entonces son dos- dijo porque había escuchado al hombre nombrarlo- ¿donde está el otro?

- es secreto Lionel- dije y el insistió en saber y me puse frente a el y puse mis brazos sobre sus hombros apretando mis pechos sobre el- y la curiosidad mató al gato

...............

Cenamos en un restaurante una deliciosa pasta, tomé unas copas y me llevo a casa, me acompaño hasta la puerta y la abrí. Me di la vuelta y lo mire con una sonrisa

- he disfrutado mucho esta cita - dije quitando una mota de polvo de su hombro- estoy encantada de repetir

- me alegro- dijo con una sonrisa

Ambos nos miramos nerviosos y el se aproximó dándome un abrazo el cual correspondí feliz dejando varios besos en su mejilla marcando mi labial en el. Se marchó y yo entre en casa retocando mi labial usando mi espejo de bolsillo, dejándolos en aquel tono rojizo brillante que tanto me encantaba. Cuando aparte el espejo de mi cara ahí estaba Rigel con cara de pocos amigos y me quito el espejo de las manos

-¿ahora te besuqueas con cualquiera?- dijo en un tono enfadado

- no voy a responder a esa estúpida pregunta- lo ignore mientras pasaba por su costado para apoyarme en la barandilla de las escaleras y quitarme los zapatos de tacon

- por supuesto como diga la princesita- dijo el chasqueando la lengua y yo empecé a subir las escaleras- porque con el idiota de Lionel, no podrías haber elegido a alguien mejor, no sé como aquel chico de la clase de al lado o ..

- a ti?- solté una risita- mientras entraba en el baño- no gracias "HERMANO", estoy bien con el a demás que es un chico muy agradable- dije molestado- echarme una mano quieres

Me puse frente a el de espaldas y el bajo la cremallera de golpe pero no la soltó, ahora sí que la había cagado, se me había olvidado el tatuaje.

- ammmm, gracias ya te puedes largar- me di la vuelta rápidamente y intenté empujarlo hacia fuera del baño

- que es eso Vanesa - dijo con el ceño fruncido

- no te interesa, largooo- dije empujándolo de manera inútil

- ¿dime hay alguno más ? - pregunto tomándome de los hombros seriamente

-no, ahora largate- dije rápidamente

-me aseguraré yo mismo- de un portazo cerró la puerta - desnudate- dijo sentándose en el váter

- estas loco?- dije aturdida- ni hablar ,largo

- ¡He dicho que te desnude joder!- dijo poniéndose de pie

Yo guarde silencio y le di la espalda quitándome el vestido dejándolo caer a mis pies
Quite mi sostén y lo dejé caer junto al vestido y me di la vuelta cubriendo mis pechos. Se puso de pie y camino a mi alrededor como un depredador, un lobo.
Un lobo hambriento cuales fauces salibavan con hambre, y yo seria su manjar, la asustadiza oveja, una oveja negra que no encajaba en ningún sitio.
Mi repiracion se cortó cuando se detuvo frente a mi.

-quita las manos - y obedecí dejando a la vista aquella pequeña estrella- ¿Y esto?- dijo pasando su dedo sobre el

- un tatuaje- tragué fuerte y saque el aire de mis pulmones para mirarlo a los ojos- una estrella

Talvez era la forma en que lo miraba o el hecho de que supo identificar su nombre escrito en mi piel, aquella estrella lo representaba a el, Rigel, marcado en mi piel eternamente .
Se acerco a mi pecho y dejó un beso en aquel lugar.

Se marchó