Crystal tears | Rigel Wild

05

Rigel

Odiaba, odiaba que Margaret me hubiera ese cariño cada vez que me abrazaba sentía mis huesos estremecerse y cuando me besaba sentía la necesidad de arrancarme la piel. No me quejaba por el hecho de que no me impartía castigos físicos, pero me mostró el castigo que tendría toda la vida, me mostró que siempre sería el malo y que nunca podría ser feliz, que estaría solo y que solo ella me podía dar todo lo que necesitaba.
Tenía razón, no habría nadie que pudiera consolarme, estaba roto ,no había nada dentro de mi hasta que ella llegó.

Con su pelo negro largo como la noche y sus ojos brillantes como estrellas, las hermosas estrellas de que derramaban lágrimas de cristal, aquel sentimiento de mariposas en el estómago no eran mariposas, eran elefantes que retumbaban en mi interior.
Al igual que yo estaba rota, lo pude ver a través de sus ojos pero a la vez tan diferentes.

A comparación de mi ella es un alma rebelde e indomable, tan escurridiza que era imposible de atrapar y eso era algo que molestaba a Margaret porque no sabía cómo impartir su miedo.
Estuve presente en casa uno de sus castigos tanto delante como escondido tras la pared.
Hasta que un día Margaret no tuvo más que recurrir al dolor físico, la obligaba a no llorar ni gritar ni quejarse mientras la golpeaba con aquel cable en la espalda.

..........

De la forma más silenciosa camine de puntillas por el pasillo oscuro hasta llegar a la habitación de donde provenían  aquellos pequeños sollozos.

Me aproxime a su espalda desnuda viendo cómo las heridas estaban abiertas con un paño húmedo limpie sus heridas y escuche su queja y después aplique la crema poco a poco.
No quería hacerle daño, su piel estaba delicada y sensible.
De reojo vi sus ojos cerrados derramando lágrimas que mojaban la almohada, cuando terminé ella estaba dormida.

.............

Todos los días eran igual, durante el día hacia que me odiara y en las noches sanaba sus heridas.
Ese día estaba muy cansado y vi a Nica frente a mi. No la soportaba, cuando llegó le arranque su collar y lo lance al pozo del Horfanatorio. Simplemente no la soportaba aunque yo sabía que gustará de mi, cuando Margaret vio que discutía conmigo se la quiso llevar a lo que yo sonrei con suficiencia pero nunca me espere que Vanessa saltará en su auxilio.
Sin esperar mucho corte mi mano a propósito para llamar la atención de Margaret cosa que logré y ambas se fueron.

Con el paso del tiempo mi idea de que nunca lograría tenerla para mí era cierto y que lo único que podía hacer era admirarla de lejos como una hermosa flor.

.................

Un día más, Anna y Norman seguían de viaje hoy no había Clases y Vanesa seguía durmiendo porque podía escuchar su repiracion tranquila al pasar frente a su habitación, hecho un vistazo y ahí estaba ella, dormida plácidamente abrazando el cojín.

Recuerdos de la noche anterior pasaron por mi cabeza cuando se poso boca arriba haciendo que sus pechos se separaran y quedará al visto aquella estrella, no podía evitar pensar en que era para mí , su mirada me lo dijo todo anoche.
Ver su cuerpo desnudo temblar bajo mi toque, su repiracion entrecortada por los nervios y la tensión del ambiente el siempre hecho de que su piel se erizara y su cuerpo se estremeciera bajo mi toque.

Saque esos pensamientos , al ver lo que causaban a mi cuerpo, no podía seguir así.
Cada vez que pensaba en ella mi cuerpo se calentaba y pensaba en ella de formas en en que nunca la tendría.
Los recuerdos de aquella vez en el sofá, sus ojos mirándome desde abajo , aunque lo estuviera haciendo hoy rencor, la excitación era real, todos aquellos besos que fueron posibles gracias a que no estamos en el horfanatorio con Margaret alrededor.

Entre en su habitación y me senté a los pies de su cama mirándola atentamente, se veía tan hermosa cuando dormía, a quien mentir, se veía hermosa en todos los sentidos. Aparte el pelo de su cara y ella entre sueños sonrió, algo que le causo gracia. Estaba tan tranquila y tan indefensa, me daba ganas de encerrarla en una habitación sin contacto con el mundo y que solo fuera para mí sin es Lionel de por medio

Yo entre todos aquellos pensamientos sucedió algo que no me esperaba

- Rigel, te quiero- dijo en un tono bajo y la mire rápidamente

-que?- dije en un susurro al verla dormida. Estaba hablando en sueños y estaba sonriendo.

-quedate para siempre .....no....pekene dvsmq- al final soltó balbuceos incomprensibles

Sentía mi cara caliente y mi corazón tranquilo. Acaricie su cabeza suavemente y sonreí, aquella sonrisa incontrolable de saber que sentía lo mismo que yo pero poco a poco se esfumó.
No podría estar con ella nunca, ella pensaba que la odiaba y pronto seríamos hermanos. Con un apretón en el pecho y la garganta hecha un nudo me acerque poco a poco a ella y dejé un beso en sus labios.
No era un beso apasionado ni mucho menos morboso, era simple, casto y único, porque en el transmití todos mis sentimientos mientras una lágrima corría por mí mejilla cayendo en la de ella.
Me marche en silencio.

Vanesa

Mis mejillas ardían en llamas cuando escuché la puerta cerrarse , me senté en mi cama y enseguida toqué mi mejilla húmeda.
Había despertado en el momento que me había acariciado la cabeza, nunca me espere aquel beso.

Era un beso tan cálido que derretia mi corazón, ese sentimiento llegó hasta mi removiendo mi interior y al fin habia visto sus lágrimas, unas lágrimas sinceras.

Pero a la vez era tan confuso, un día me odia y otro día me pide ser suya, mi corazón está confundido y no sabe que rumbo tomar.

.......

Baje las escaleras y llegué a la cocina donde Rigel estaba terminando de preparar el desayuno. Me sirvió el plato en silencio y se sentó frente a mi sin mirarme.
Lo miraba mientras comía y después de un rato ambos terminamos de desayunar, seguíamos sentados uno en frente el otro yo había limpiado y el se había puesto a leer el periódico, cuando termine me volví a sentar mientras miraba mi teléfono.
Sacudi mi camiseta ya que esa mañana hacia calor y por inercia lo miré y lo descubrí mirándome.

- a la mierda -