Crystal tears | Rigel Wild

06

Como si habláramos.por telepatía ambos nos levantamos de la mesa salte a sus brazos y nuestros labios se encontraron era un beso apasionado que poco a poco se volvió uno fogoso y suave.

Sus manos apretaban mi cintura dejando suaves caricias con sus pulgares, mi piel se erizaba mientras sus besos ardían en mi piel.

-¿estas segura?- pregunto el en un susurro mirándome a los ojos

Con las mejillas rosadas no pude más que asentir, como dos niños haciendo una travesuras subimos las escaleras hasta mi habitación y cuando estuvimos dentro cerró la puerta.
Al mirarlo desde mi asiento en la cama me di cuenta, el era el lobo hambriento y yo su pequeña oveja negra ,diferente y rebelde pero siempre su favorita.

Se acercó a la cama arrodillándose frente a mi, sus manos subieron mi camiseta sus labios besaron mi vientre, un suspiro salió de mis labios.
Me tumbo en la cama sin ponerme su peso encima, sus manos tomaron mis muñecas inmovilizando me , sentí sus labios en mis senos dejando pequeñas marcas rojizas que se podrían moradas.
Podía escuchar su respiración pesada entre mis gemidos, mi carne se apretaba entre sus dedos sentía mi abdomen cada ves más caliente y el lo sabia con sólo una mirada.

Su mano bajo por mi piel hasta encontrar mi centro empezó masajeando lo suavemente, sentía que en cualquier momento explotaría soltando sonidos que no sabía que podía hacer.
Su nombre salía de mis labios una y otra vez hasta que sentí algo desatarse en mi interior. Mi respiración estaba agitada mientras su mirada profunda se clava en mi, sus ojos se veían diferentes, tan tranquilos, tan brillantes. Aparto unos mechones que se pegaron a mi frente por el sudor.

-mi pequeña estrella, tan bella- dijo el mientras sonrisa de lado

-Soy tuya- dije tomando su rostro besando su frente- Rigel, te quiero- dije mirándolo a los ojos

Los dos jadeando, sudados mirándonos a los ojos, nuestras pieles chocaban mientras nuestras voces se mezclaban en sonidos obscenos, mis uñas se clavaban en su espalda sentía como entraba en mi una y otra vez ,como el apretaba mi piel y dejaba sus marcas por mi cuerpo las plumas de la almohada se había salido quedando tiradas por la cama. Pasaron horas y finalmente nos quedamos dormidos

..........

El sol golpeó mi cara entre los dorseles de la cama, bostece mientras restregaba mi ojo izquierdo. Mire a mi costado y ahí estaba el tumbado boca abajo con la marca de mis uñas en su espalda.
Fui a ponerme de pie y sentí su brazo enredarse en mi cintura y apretarme, escuché como bostezaba y restregaba su cara contra mi.

-tratando de escapar de la escena del crimen estrellita- ronroneo con su voz ronca

- no se de qué hablas- reí y el me abrazo quedando sobre mi

-no me mientas- dijo y se quedó mirándome a lo que le robe un beso

-tenemos clases,lobo feroz- dije abrazándolo por los hombros

-cinco minutos mas- se tumbo sobre mi pecho desnudo

..........

La mañana fue entretenida, hicimos el desayuno juntos entre besos furtivos y caminamos juntos hasta las clases en un silencio cómodo, cuando nos separamos el me guiño el ojo y yo fui con mis amigas.
Con ellas me explicaron una tradición en la que dejaban rosas en la taquilla con diferentes significados.
En el recreo me encontré en aquel baño fuera de servicio con Rigel, uno junto al otro nuestros dedos rozándose en un silencio único solos el y yo.

Esa misma tarde llegaron Anna y Norman, por lo que ahora teníamos que ser discretos aunque ellos notaron que había un cambio.
En cambio Lionel....

El también lo noto y sabía que no le gustaba lo veía en su mirada, todos los días me escribía pero no queria contestarle, Rigel y yo pasábamos horas juntos en su cuarto sentados o incluso cada uno haciendo lo suyo

Todo era tranquilo

......

Pero no sabía que esa tranquilidad se acabaría.
Cuando vía aquellos rizos dorados y esos ojos aceituna, aquel recuerdo de mi pasado junto a ..... ¿Nica?