26 de febrero, 2222.
La cabeza me duele. Siento como si un puto camión me hubiera pasado por encima. Supongo que estas son las consecuencias de tomarme una botella entera de whiskey.
Tengo una gran tolerancia al alcohol, pero desde mi adolescencia no me había embriagado tanto.
Ni siquiera hace falta que pase el tiempo, ya estoy de mal humor. Siento que podría matar a quien sea que se le ocurra molestarme. Lo peor es que hoy tengo que pasar el día con mi querida futura esposa. Quieren que elijamos el banquete para nuestra esperada boda.
Notese el sarcasmo, por favor.
Esa mujer me pone de los nervios, y no de una buena manera. Su sola presencia me disgusta, pero al mismo tiempo me provoca. Odio tenerla cerca, pero aun así me gustaria llevarmela a la cama. Digamos que su belleza es innegable y encantadora, pero ella como persona es completamente irritable.
Un día escuche a alguien decir que a Rose Lennox o la amabas o la odiabas, no hay un punto medio. Yo la odio, no puedo creer que haya alguien en este mundo que pueda soportar esa mujer. Me parece completamente inverosímil el solo pensamiento de que alguien sea capaz de amarla.
Yo jamas podria. No creo que haya algo en ella que pueda despertar el más pequeño atisbo de un sentimiento tan fuerte como el amor.
Estos son los pensamientos que tengo en mi cabeza mientras me preparo para pasar el día con la arpía. Pensamientos que se ven completamente interrumpidos cuando el nombre de Valery aparece en la pantalla de mi celular indicando una llamada.
Sonrió de inmediato. Valery siempre logra ponerme de buen humor de inmediato.
Es como un rayo de luz en medio de la más profunda oscuridad.
Mi relación con la rusa es complicada. Nos conocemos desde niños, tuvimos nuestras primeras veces juntos, así que ella siempre será especial para mi. Ahora bien, no somos novios, nunca hemos sido novios. Siempre supimos que íbamos a casarnos para unir fuerzas, pero nunca comenzamos una relación formal, y ahora mucho menos considerando que voy a casarme con la irreverente.
No se si la amo. A veces estoy convencido de que si, ya que es lo más real que he sentido en toda mi vida, pero por otra parte, si de verdad la amara, no tendría pensamientos impuros con Rose cada vez que la tengo cerca. Independientemente de si Valery y yo estamos juntos o no, si la amara, ella sería la única para mi. No habría cabida para nada ni nadie más.
Así que la respuesta es un 'no se'. Me siento bien y cómodo con ella. Es mi mejor amiga. Siento que con ella puedo ser yo mismo, pero nuevamente, no es la única mujer en mi mente, ni en mis fantasías.
Mi mente es un maldito revoltijo.
Ni siquiera me deja decir una sola palabra al responder el teléfono, ya que comienza a hablar de inmediato - ¿El matrimonio sigue en pie?
Si, ella aun tiene la esperanza de que no sea así.
Hace unas horas yo también la tenía, pero ahora estoy convencido de que lo mejor es casarme con la irreverente. Si todo sale como lo planeado, Lennox será mio en poco tiempo.
Solo necesito tener paciencia y todo eventualmente seguirá su curso, casi por naturaleza, porque así son las cosas cuando un plan está bien hecho. Es suficiente mover las primeras piezas de forma estratégica, y si se mueven de forma correcta, entonces tal y como un dominó, al caer la primera pieza las demás le seguirán sin que tengas que mover un solo dedo.
Yo me encargaré de que todas las piezas caigan sin mancharme las manos para que ocurra.
- Si, Val. El matrimonio sigue en pie. Pero no te preocupes. Lo tengo todo bajo control.

ESTÁS LEYENDO
Omnipotencia [Poder #3].
RomanceEdward Salvatore es el príncipe de una de las naciones mas poderosas del mundo. El hombre mas rico en existencia y heredero mas grande. Tiene toda su vida planeada, sin embargo todo da un inesperado giro cuando la princesa del reino enemigo, Rose Le...