Regresamos a aquella banca de madera, continuamos hablando &' divirtiéndonos.
Sus padres &' su hermano salieron... El padre de Camila comenzó a hablar con Lucas, apartados de todos los demás, de vez en cuando arrojaban miradas hacia nosotras. Yo no entendía la razón del porqué... Hasta que Camila me explicó.
-Mi papá no esta de acuerdo con que yo sea así; cuando le dije hace un tiempo, me golpeó.
Estuve completamente atónita por lo que Camila acababa de decir... Jamás imaginé que alguien podía llegar a tal grado. Ahora lo entendía todo. La iglesia, las miradas, la seriedad ese hombre al dirigirme la palabra.
No supe que responder, así que solamente le tomé la mano &' la abracé lo más fuerte que pude.
Mi teléfono comenzó a vibrar, era una llamada de mi abuela.
-¿Hola, abuela?-Pregunté.
-Hola hija. ¿Dónde estás? Ya es tarde, dime en que lugar para que vaya por ti.-Dice mi abuela.
Pasado un rato de darles la dirección de la iglesia, ellos llegaron en el auto, me despedí de Camila, a quien vería mañana... También de sus padres &' de Lucas.
Llegué a casa, comencé a hablar con Camila; ella dijo que quiere hablar con mi madre... Para hacerlo todo "serio".
Yo accedí &' mi madre también, aunque ella no estaba de acuerdo del todo.
Al día siguiente, ella llama. Dice que no puede venir, pues debe ir a ver a Karla. Lo entiendo.
La tarde comienza a hacerse pesada, las peleas comienzan a fluir entre ella &' yo.
Estoy molesta, nunca tiene tiempo para verme, a pesar de que estoy a algunas calles de su casa. Ella dice que tiene cosas importantes que hacer.
El sábado, mi prima Celeste, Raúl &' yo, decidimos ir al cine, incluso invité a Camila, pero solo puso pretextos.
Acabada la función, les pedí que me acompañarán a casa de Camila.
/Dato cuatro: El amor no puede rebasar la dignidad.\
Cuando llegamos, decidí ser cortante, pues aún seguía molesta por sus excusas.
Después de varios reclamos por parte mía, &' algunos gritos; ella solo agacha la cabeza, &' me doy cuenta que comienza a llorar.
-Debes decirme que está pasando, sino no puedo ayudarte.-Digo algo molesta aún.
-Estos días están siendo difíciles, &' ya no le encuentro sentido a nada.-Responde ella limpiándose las lagrimas.
-¿Sabes que estoy aquí cierto?-Digo con voz serena.
-Si.-Dice ella.
-¿Sabes que te amo?-Pregunto
-Si.-Responde un poco mas tranquila.
Pasa un momento, ella se levanta. Se despide &' yo la acompaño a la puerta.
Me extiende la mano, &' yo la rechazo... Me molesté. Ella nunca me había dado la mano.
-¿Que no te enseñaron de pequeña que cuando alguien te da la mano debes dárcela?-Pregunta fanfarrona.
-A mi me enseñaron de pequeña que si quieres, no lastimas.-Respondí.
En seguida me di la vuela &' comencé a caminar. En su rostro una lagrima se asomó, &' yo solo continué caminando.
Soy la peor persona del mundo... Pensé.
