Regresé a casa, tranquila de saber que Camila era mía otra vez. El viaje fue algo largo, pero bastante sereno.
Pasaron los días, &' la extraño, necesito sus besos.
Todo está bien ahora, estoy feliz... Dentro de unas horas la veré. Vengo camino a su casa, voy a conocer a su madre... Me colapso de nervios...
Seré honesta, si antes creía que el año pasado fue el peor cumpleaños, estoy segura que este año, fue el peor... Lo arruinó, pero la perdono, tiene razones válidas para haberlo hecho.-Vengo pensando todo el camino.
Llego a su casa, en taxi... Mientras pago, no la oigo salir, el chico del taxi pregunta mi nombre; &' en ese instante, antes de yo poder decir algo, Camila me voltea &' me besa. Vaya, creo que la jovencita se puso celosa...
Le doy rosas, como de costumbre, pero esta vez eran sólo seis, una color blanco, una color rosa, una color naranja, una color carmín, una color rojo, &' una color amarillo. Se las doy de esos colores, por que ella ah dicho que le gustan... Debe tener algún significado, pero aun no lo encuentro.
Esta vez, subimos a su cuarto, comparte habitación con su hermano mayor, nos sentamos en la cama de Lucas, charla, charla &' mas charla. Ella comienza a besarme... Primero los labios, baja al cuello, se detiene, lo recorre por completo, baja a las clavículas, &' finalmente llega a mis pechos... Aquellos besos tiernos, que me hacen sentir en el paraíso.
Su respiración aumenta, esa sensación de intriga que te recorre el cuerpo, ella se acuesta en la cama, &' como es de esperarse, yo estoy encima de ella.
Recordamos aquella primera vez que pasó algo parecido, esta vez, solo tres capas de ropa nos separaban, sus manos recorren mi espalda, pequeños suspiros se escapan de mis labios, besos apasionados &' sin parar, demasiado agresivos, &' prolongados, ambas respiraciones aumentan, comienzo a quitarme la playera... "Espera" dice ella. &' yo me detengo, continua besándome, &' ambas hacíamos movimientos con la cadera. ¡Que sensaciones!
De pronto... Sólo la escucho decir "Puta madre". Me quedé algo desconcertada... Hasta que miré hacia la derecha... Su abuela había subido las escaleras &' estaba parada en la puerta... Yo no creía lo que estaba pasando... Me sentí tan "novata".
-Mira Cami, que bonitas rosas... ¿Por qué no las pones en el florero?-Dice su abuela, fingiendo demencia.
En mi mente sólo pasaba un "¿Qué mierda fue eso?"
Bajamos las escaleras, al cuarto de sus padres, mientras ella ponía las flores en el florero rosa, yo la esperaba sentada en la cama.
