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-¿Una invitación del imperio de Arbeleza?-preguntó Shoko con sorpresa, su voz resonando en la gran sala. Se volvió hacia la sirvienta que se había apresurado a entregarle la carta, su rostro mostraba una curiosidad cautelosa.

-¿Se encuentra bien, princesa? El emperador del vasto e imponente imperio de Arbeleza la invita con gran honor a una gran celebración. Esta no es una celebración cualquiera, sino una que marca una victoria monumental. ¡Han ganado la batalla que tanto esfuerzo y coraje les costó! Además, después de largos y penosos 8 años, han logrado recuperar sus preciadas propiedades. ¿Lo recuerda, princesa?-dijo la leal sirvienta, extendiendo con una reverencia la invitación formal, sellada con el emblema del imperio de Arbeleza.

Shoko tomó la invitación, sus dedos trazando el contorno del emblema del imperio. Su mente estaba en un torbellino de pensamientos mientras recordaba la batalla, los años de lucha y la victoria finalmente conseguida. Aquella invitación, más que un simple pedazo de papel, representaba el inicio de una nueva era.

-Gracias, lo recordaré-respondió Shoko, su voz suave pero firme. Miró la invitación una vez más antes de guardarla cuidadosamente. Sabía que la celebración sería un evento lleno de pompa y circunstancia, un escaparate de la fuerza y la resiliencia del imperio de Arbeleza. Pero para ella, significaba algo más: un recordatorio de las batallas libradas, de los sacrificios hechos y de las heridas aún frescas.

-Por favor, prepara mis ropas más elegantes para la celebración-, ordenó a la sirvienta, su mirada se endureció, reflejando la determinación que sentía por dentro. Quería vestirse de manera que reflejara la dignidad y el poder de su propio reino.

Luego, giró hacia la sirvienta nuevamente

-y avisa a los guardias que me acompañarán al evento-. Su voz era firme y decidida. Sabía que el camino al imperio de Arbeleza estaría lleno de miradas curiosas y potencialmente peligrosas, pero estaba lista para enfrentarlo.

-Además, asegúrate de que mi carruaje esté listo para el viaje. Necesitaremos salir al amanecer para llegar a tiempo-, añadió, con la mirada puesta en el horizonte.=La sirvienta asintió con la cabeza, su rostro serio y concentrado.

-Como desee, princesa-, respondió, antes de retirarse rápidamente para cumplir con las órdenes dadas.

Mientras tanto, Shoko se quedó sola en la sala, sumida en sus pensamientos. El camino hasta Arbeleza sería largo y posiblemente peligroso, pero estaba dispuesta a enfrentarlo. Después de todo, no era solo una princesa, sino una guerrera. Y aunque la invitación del imperio de Arbeleza era un honor, también era un recordatorio de que la lucha no había terminado.

Sin embargo, estaba lista para enfrentar lo que viniera. Con un último vistazo a la invitación, se levantó y se dirigió a sus aposentos, su mente llena de determinación y resolución.

[...]

-Ya estoy lista-, dijo Shoko, su voz resonando con un atisbo de emoción y determinación. Se contemplaba en el espejo, admirando el vestido que llevaba. El atuendo, una hermosa mezcla de estilo y elegancia, se ajustaba perfectamente a su figura, realzando su belleza de una manera que dejaba a cualquiera sin aliento. Se podía ver la emoción brillando en sus ojos: una mezcla de nerviosismo y emoción. Con un último vistazo en el espejo, se giró y salió de la habitación, lista para enfrentar lo que venía a continuación.

Mientras caminaba hacia el pasillo, las luces parecían emitir un brillo más suave, como si el mundo entero estuviera en sintonía con su emoción. El sonido de sus pasos resonaba en el pasillo del castillo.

[Ariana tiene 18 y Shoko 20]
[Avisen si me equivoco en algo]

la Emperatriz |Las Joyas De La Princesa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora