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Se acabó la fiesta

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En fin, bien se sabe que no podía quedarme con Damon un día más. Quería, aunque volví a sentir cierto sentimiento extraño que me abrumó por unas buenas horas hasta que opté por decirle que ya era mejor irme por papá. Me creyó y entendió. Tampoco es mentira del todo. Sigo preocupada por él, Wilmer e Ian. Pero de igual manera la principal razón fue esa.

Fue algo parecido al día siguiente de su cumpleaños. Quizás sigue siendo falta de costumbre. Nunca en mi vida conviví de esa manera con una persona. Es tan extraño tener a una persona que te quiere de la forma en la que me la ha demostrado Damon. No quiero decir que por parte de Owen nunca recibí algo así, pero es muy diferente. Demasiado diría yo. Me confunde un poco¸ pero si de algo estoy segura es que quiero poner de mi parte para que funcione. Aunque a la vez no tiene sentido si pienso como va a ir todo más adelante.

Resoplo notando que no hay nadie en la casa. No tengo mensajes de papá, menos de mi tío. Sin embargo, sí de Delanie, que me pregunta si ya estoy en libertad y le respondo aceptando su salida. Me arreglo en corto tiempo y cuando me avisan que ya están afuera, salgo con los brazos arriba sacudiéndolos con una sonrisa, a lo que Delanie también sale por la ventanilla del copiloto, celebrando¸ sin embargo, su sonrisa se desvanece cuando por poco se cae.

—¡Por fin libre! —me grita, incorporándose, y me rio—. Ya estaba considerando llamar a la policía.

—No exageres —entro al coche saludando a Anthony.

—Al final no era en contra de su voluntad —dice Sandra con las manos al volante y los miro raro.

—¿Por qué manejas tú?

—Alguien tenía pereza —el moreno se encoge de hombros y me tiro sobre él, en sus piernas—. ¿Y qué? ¿No nos vas a contar que tal?

—¿Se reconciliaron? —la rubia se asoma entre los asientos y sonrío como idiota—. Dios, tuvo que ser buena.

—Practicamente me confesó que esta enamorado de mi

—¡¿QUÉÉÉÉÉÉÉ?!

Gritan al unísono¸ a lo que Sandra da un frenazo que me manda de boca al espacio entre los asientos delanteros y las rodillas de mi amigo. Siento un jalón en mi brazo y me incorporo sobando la mejilla que me golpeé, volviendo con la sonrisita a pesar de que quizás parezco loca.

—Sí… —digo en un hilo de voz. Los tres me miran y tengo un flashback¸ con sus reacciones parecidas a la vez que les dije que Damon fue el chico de la fiesta de halloween. A diferencia, esta vez Anthony es quien tiene ambas cejas arriba¸ Delanie la boca abierta con el ceño fruncido y Sandra con los labios sellados en una fina línea. Cosa que¸ al principio me parece divertido¸ aunque analizando se me extrañan ya que no son reacciones esperadas y los miro seria—. ¿Qué ocurre?

—Estos días que no fuiste algo pasó —la rubia vuelve en sí torciendo la boca mientras Anthony explica. Sandra se pone en curso otra vez—. Lisbeth apareció en nuestra mesa de la cafetería. Su cara vuelta mierda —menciona y se relame los labios—. Como parecía loca¸ preferimos no decir nada y comenzar a recoger nuestras cosas, pero dijo tu nombre y el de Damon.

—Y la curiosidad es poderosa, nana.

Me rasco la cabeza otra vez estresándome por el tema de esa rata estúpida. ¿Ahora que?

—Dijo que Damon iba a decirte pronto que estaba enamorado de ti.

—Pudo ser casualidad pura —habla Sandra echándome una ojeada—. Además de que es obvio.

Pisando los erroresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora