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Adriel

En cuanto salgo del baño, secándome el pelo con una toalla, lo primero que veo es la cara de Keyla sorprendida.

-¿Quién es esa chica? -pregunta sin preámbulos.

-¿Qué chica?

Keyla se cruza de brazos, acusandome con la mirada.

-La chica que acabas de perseguir por toda la ciudad, idiota.

Dejo la toalla en el baño y agarro la parte de arriba del chándal que acaba de darme Lisa. Sam es algo más bajo que yo así que me apreta un poco.

-¿Qué más da? -respondo, rodeándola para pasar de largo -recoge tus cosas.

Keyla se gira hacia mi con la boca abierta.

Yo me acerco hasta Lisa y le doy las gracias por la ropa y por dejar que me duche. Ella me da las gracias por haber ido a por Hope, pero veo en su cara que sigue algo preocupada por su hermano, es como si tuviera la cabeza en otra parte.

Keyla se calla en cuanto me ve hablando con ella y vuelve a cruzarse de brazos.

Estoy seguro de que va a pasarse todo el camino de vuelta a casa preguntándome por Hope.

Miro a Oliver y Leo, que ya están en la puerta, esperándome. Oliver lleva en el hombro una bolsa que supongo que tiene mi ropa empapada dentro.

Le pregunto a Lisa si necesita algo y cuando niega con la cabeza, nos despedimos de ella.

Cuando ya estamos saliendo por la puerta, escucho unos pasos bajando las escaleras.

Siento la tentación de girarme pero Keyla está analizandome con la mirada, así que bufo e ignoro los pasos de Hope.

✩✩✩

La semana siguiente sucede de forma bastante tranquila.

Aunque nuestra entrenadora está de los nervios por los partidos que están por venir. Nos obliga a entrenar el doble y los entrenamientos son mucho más intensos.

Por culpa de las horas extras que hemos tenido que entrenar, llego tarde al trabajo o tengo que pedirle a Keyla que me cubra. La verdad es que me preocupa bastante que mis jefes por fin se cansen y me quede sin trabajo.

Keyla está harta de tener que cubrirme y sigue enfadada conmigo por haber desaparecido de repente. Voy a tener que pensar algo para este fin de semana si quiero que me perdone, no sé si esta vez bastará con ponerle películas Disney y consolarla mientras llora por los personajes.

Sam sigue con la cabeza en las nubes, aunque tengo la impresión de que con tantas horas de entrenamiento no ha tenido ni un solo minuto para beber. Mejor.

Ni siquiera tengo tiempo para pensar en los estudios ahora mismo. La verdad es que no sé qué hago estudiando, nunca se me ha dado bien.

Lisa sigue tan amable como siempre y hablamos algunas veces, aunque Hope sigue haciendo como si no se diera cuenta de que existo.

Pero hoy Lisa no está aquí y Hope no tiene nadie para esconderse. Creo que se siente un poco desprotegida cuando Lisa no está con ella.

A la hora del recreo, mientras estoy sentado leyendo un libro, la veo salir de los baños con cara de enfadada.

Creo que tenía pensado esconderse allí, pero la profesora de Matemáticas acaba de echarla muy amablemente. Aunque a Hope parece darle igual la sonrisa que tiene la mujer en la cara, porque ella se cruza de brazos y sale de allí maldiciendo en voz baja.

La esperanza de AdrielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora