ᴄʀɪꜱᴛᴀʟ (Peter Parker)

ᴄᴀᴘÍᴛᴜʟᴏ 14. ꜱᴇᴄʀᴇᴛᴏꜱ ʏ ᴍÁꜱ ꜱᴇᴄʀᴇᴛᴏꜱ.

CRISTAL

Mi mente estaba en shock desde el momento en el que comprendí todo, ni siquiera noté cuando los paramédicos me sacaron del edificio para curarme la herida que tenía en la frente a causa de la lluvia de cristales. Instantáneamente, mi cerebro hizo clic y mientras estaba sentada en la ambulancia con la mirada perdida, me derrumbé.

La presión que sentía en el pecho aumentaba por momentos, era incapaz de respirar con soltura, mis pulmones ardían sin explicación alguna, miles de momentos vividos asaltaban mi mente. Las veces que cubrí al castaño para que no le pillaran saltándose clases, las tardes que pasé diseñando sus trajes por petición del mecánico —el jodido mecánico y esa condenada beca Stark que hasta ahora creía que era real, y no es más que una estúpida tapadera—. Las palabras de Ty aquella noche llegaron a mi mente como una jarra de agua helada.

«Los agentes de S.H.I.E.L.D. siempre respaldamos a los vengadores».

Ty me había mentido, todos me habían mentido.

Las lágrimas se agolpaban en mis ojos, pero era incapaz de soltarlas. Oía la voz de mis compañeros llamándome, intentando calmarme, pero era incapaz de centrarme en nada más que no fuera la constante presión que se mezclaban en cabeza y corazón. Voy a morir.

—¡Cristal! —la voz de mi madre resonó por encima de las demás.

Las lágrimas comenzaron a correr por mi rostro en cuanto mi madre me envolvió entre sus brazos. La presión desapareció en cuanto me sentí arropada, pero el dolor de la traición era cada vez más real.

Sollocé sin descanso hasta no poder más, pero todo se detuvo cuando el castaño se acercó a nosotras con gesto preocupado.

—Crissy —murmuró, acercándose cada vez más hacia nosotras.

Las lágrimas se detuvieron en cuanto alcé la mirada y chocó con la suya. Sus ojos denotaban culpa, se arrepentía de que supiera su secreto.

—No —le detuve llevándome una mirada de extrañeza de mi madre—. Ahora no, Parker.

El castaño retrocedió antes de darse la vuelta y alejarse, sin embargo, por una milésima de segundo, aprecié como sus ojos se inundaban de lágrimas, creo que ya puedo decir que es oficial. Había perdido a mi mejor amigo.

⚜️

El coche de Happy se detuvo justo frente a nosotras. Gracias a Odín, tras el incidente con el castaño, mi madre no había dicho nada sobre el tema. Pero todo esto no había acabado todavía, la realidad en la que había estado viviendo el último año y medio se había derrumbado, y yo misma me iba a encargar de terminar de destruirla.

Ambas nos subimos al vehículo sin decir nada, al mirar por la ventanilla, vi al castaño siendo abrazado por May, pero el chico no dejaba de mirar en nuestra dirección. Era una suerte que los cristales fueran tintados, pero aun así sentía su mirada llena de tristeza, atravesarme el corazón

En cuanto Happy arrancó, aparté la vista de la ventana y volví a sumirme en mis pensamientos, el viaje de vuelta iba a ser largo, y eso me daría tiempo para asimilar todo lo que pasaría a continuación.

Peter Parker es Spider-Man. La beca Stark no existe. El mecánico me ha mentido. Ty me ha mentido. Peter me ha mentido.

Mis ojos volvieron a picar al caer en la cuenta de todo con más calma que antes. Pero esta vez no dejaría que las lágrimas ganen. Sin más, agarre la mano de mi madre y tome valor.

—Happy —le llamé

—¿Hmm? —respondió él sin apartar la mirada de la carretera.

—Llévanos a ver a Tony, necesito hablar con él.

Ambos adultos se sorprendieron ante mi petición, los dos me conocían lo suficiente como para saber que siempre que podía esquivaba cualquier asunto que tuviera que ver con los vengadores, y que estuviera pidiendo justo ahora, que nos llevase a la base en la que iban a vivir todos ellos, significaba que era algo importante.

—¿Estás segura? —me preguntó mi madre en un susurro.

Apreté su mano con delicadeza en señal de afirmación antes de volver a hablar.

—Happy, llévanos a la Base de los Vengadores, por favor —insistí.

⚜️

Me bajé del coche, no sin antes decirle a mi madre que me esperara dentro, Happy se bajó y empezó a seguirme, podía oír cómo me llamaba mientras corría detrás de mí. Pero yo estaba demasiado furiosa como para detenerme. Entré en las instalaciones que aún se encontraban vacías y avancé por el recibidor hasta el área principal de la base.

—¡Stark! —chillé.

El cuerpo del mecánico se detuvo al escucharme, pero no se giró, avancé en su dirección y entonces note que no estaba solo, Ty Harley "Traidor" Keener estaba junto a él, completamente vestido de traje y con un pinganillo en su oído derecho.

Mi hermano se giró en mi dirección sonriendo con sorpresa, estaba claro que ninguno de los dos esperaba encontrarme en este lugar y mucho menos que yo los encontrará a ellos en estas circunstancias.

—¡Cris! —me saludó con efusividad mi hermano.

No le di tiempo a nada más, mi mano se estrelló contra su mejilla con todas mis fuerzas, su rostro se giró a causa del impacto y todo se paralizó por unos segundos. En cuanto lo hice, el resto de señores trajeados que nos rodeaban sacaron sus armas apuntando en mi dirección, pero yo solo era consciente de que le había pegado a mi hermano por primera vez en mi vida, mis ojos volvieron a llenarse de lágrimas en el momento que él me miró con arrepentimiento.

—Lo siento —murmuró.

No me moví, si lo hacía podía acabar con un disparo entre ceja y ceja, pero no necesitaba hacerlo.

—Creí que éramos un equipo, Harley.

—¡Bajad las armas! —ordenó Tony y los hombres lo hicieron a regañadientes.

—Quería hacerlo, te prometo que quería contártelo.

—¿Y por qué no lo hiciste? —exigí saber.

—Chicos, esto está siendo una reunión familiar muy entretenida, pero no es el lugar —interrumpió Tony abriendo la puerta de lo que parecía ser un despacho—. Adentro, ahora.

Ninguno de los dos nos movimos, no queríamos apartar la mirada del otro porque sabíamos que si lo hacíamos, ambos nos derrumbaremos.

—No es necesario Stark, ya me voy —aparté la mirada de Ty para centrarme en el mecánico, quizá así dolerá menos el distanciarme de él por ahora. Comencé a alejarme de ambos, no sin antes dirigirme al millonario—. Te entregaré los prototipos del traje de Peter la semana que viene, por si te interesa saberlo.

Tras eso, salí de la base y regresé al coche. Happy nos llevó de vuelta a mi madre y a mí a casa. En todo el camino no dije ni una sola palabra. Tan solo me dediqué a mirar por la ventana perdida en mis pensamientos. ¿Qué tan distinto sería todo a partir de ahora?