Anastasia miro partir a aquella chica
-que agradable- mintio mostrando una sonrisa llena de modestia
-es muy particular, pero no es mala persona
-Y fue tu novia
-hace mucho
-pero esta aquí
-si, pero forma parte de mi pasado - Anastasia sonrió, estaba satisfecha con esa respuesta
-¿por que me miras así?
-por nada en particular - mintio el, la verdad era que su presencia lo tenía fuera de control, por primera vez en su vida, corría peligro de enamorarse, aquella noche parecía ser una de esas noches de tormenta, el cielo se había puesto gris, y el viento movía los pinos con frenesí
-esta si es una tormenta - exclamó Christian aproximándose hasta el balcón, miro a Anastasia que también contemplaba aquello pero ella sonreia
-antes disfrutaba mucho las tormentas - admitió
-¿Y ahora?
-ahora solo traen recuerdos
-supongo que no son buenos
-son, solo son recuerdos, ¿y a ti te gustan las tormentas? - ahora pregunto ella tratando de desviar el tema
-pensé que te tendría
-¿que quieres decir?
-pensé que te abririas un poco conmigo, no se que me contarias algún obscuro secreto tuyo
-no tengo secretos, ni obscuros y de ningún tipo
-¿si lo tuvieras los compartirias
conmigo? - aquella pregunta hizo que Anastasia tragara saliva, algo estaba ocurriendo entre ellos, algo más fuerte que el viento que azotaba esa noche, pero tan natural como la brisa que caía en el mar
-tendría que confiar en ti
-¿Y no confías en mi?
-¿debería?
- ¿puedo darte un consejo totalmente desinteresado?
-OK
-puedes confiar en mi, o puedes confiar en mi, pero no quiero que creas que te preciono ni nada de eso, es tu decisión - Anastasia sonrió con ganas y christian la miraba con admiración
-está bien, empezare a hacerlo
- prometo no decepcionarte - la mano de christian busco la de ella, al tocarla, ese simple gesto provocó en ellos lo que una cerilla en las ramas, christian miro los labios de ella, y en ese momento Anastasia se doblegó así misma y rompió el contacto visual con el, mientras retiraba su mano
- tengo algo para ti
-¿un regalo?
-es más como una sorpresa - Anastasia sacó de el bolsillo de su abrigo una cajita negra - christian sonrió lleno de expectación, Anastasia se la entrego en sus manos
-¿que es?
-si te lo digo le quitare el propósito a esa bellísima caja ¿no lo crees?
-si - christian la abrió lentamente, aquello era de terciopelo, y por dentro una tela roja cubría lo que estaba debajo, christian la retiro con cuidado, sonrió bajo
-es el relog de mi abuelo
-así es, los chicos estaban haciendo limpieza en el sótano y lo encontraron ahí, crei que te gustaría tenerlo, es tuyo
-me encanta, gracias... el siempre lo llevaba con el, incluso se dormía con el, fue un regalo de mi abuela en el día de su matrimonio, Gracias Anastasia
-no es nada
-sabes me acabas de dar algo que creí que jamas volvería a ver
-me alegro
-Anastasia...yo...
-esta bien
-desearia jamas irme de aquí
- entonces no te vayas - aquel comentario era más una suplica que solo palabras
- no pertenezco a este lugar, mi vida esta muy lejos de aquí
-mi padre decía que no importaba cuan lejos estemos, siempre regresamos a donde fuimos felices
- ¿tu eres feliz aquí?
-es mi hogar
-hace mucho que yo no tengo uno
-este podría ser tu hogar
-¿Y tu Anastasia?
-¿yo que?
-¿tu que serias para mi?
-soy soy una empleada aquí, y tu eres un Grey
-¿y si solo fuera christian?
-¿que quieres que te diga?
-nada que no quieras decirme - christian se acercó más a ella, la distancia era mínima, incluso podían escuchar sus corazones latir, christian tocó su mejilla y la miró a los ojos, ella trató de evitarlo, sabía que si lo veía, quedaría atrapada
-mirame Anastasia - exclamó Christian bajito, ella dudo pero al final lo hizo, era inútil, Anastasia Steele estaba irremediablemente e irrevocablemente enamorada de él