Capítulo 3

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LAW

Desde que Luffy había descubierto el cuello como respeto al alfa de Law, este pudo acercarse al más bajito con mayor libertad que antes. Sobre todo, podía olerlo sin querer vomitar constantemente.

Lo aprovechó para seguir con su plan de enamorar al pequeño alfa ¿Qué creían? ¿Que de verdad iba a rendirse? No después de esa noche. No quería sonar como un loco, pero juraba que había sentido una vibra extraña entre ellos. El cuerpo de Luffy se había retorcido más cerca de él, como si quisiera tocarlo.Y Law estuvo a punto de poner sus manos sobre el cálido cuerpo del pelinegro...pero se controló.

Es así que, esta noche, después de una cena sin la presencia de Zoro y Sanji (todos sabían que estaban haciendo, dios, se olía por todo el barco el celo del maldito alfa), salió detrás del pelinegro.

Antes de que este fuera a hacer lo que sea que hiciera cuando no estaban juntos, lo detuvo del hombro.

– Mugiwara-ya. Necesito hablar contigo. – Dijo en tono serio. Luffy lo miró con expresión curiosa pero accedió con una leve afirmación de cabeza y una sonrisa (hermosa).

Caminaron hacia el comedor ahora vacío. Una vez de que Law se aseguró que nadie más vendría, habló:

– Escucha, desde hace un rato vuelvo a sentir hostilidad. Creo que necesito que de nuevo me dejes tocar tu cuello.

– ¿En serio? Mi alfa está tranquilo. – Dijo Luffy con algo de sorpresa. A Law le sabía mal tener que engañar de esa manera al más joven, pero necesitaba confirmar si lo que había sentido era su imaginación o no.

– Sí, lo siento. No te lo pediría si no me sintiera incómodo.

– Está bien. Que sea rápido, no se siente natural para mi alfa. – El pequeño se bajó el cuello de su camiseta y mostró un lado de su cuello.

Law se acercó despacio hasta el otro y tocó tímidamente la piel. Marcó con olor a pesar de que ese aroma desaparecería en unas cuantas horas a diferencia de que si lo hiciera con un omega.

Pudo ver como la piel se contraía con el roce de sus dedos. Echó un vistazo al otro alfa, que se había sonrojado ligeramente. Interesante. Decidió dar un paso más, acercando su nariz para respirar. Demonios, el olor a mar se volvió salado para sus sentidos, pero no dio marcha atrás, pondría su aroma encima hasta que desaparecieran las feromonas del otro alfa.

Law siempre fue un alfa territorial, pero nunca antes se había sentido tan molesto por no poder poseer algo...o alguien. Con Luffy todo era confuso para su naturaleza. Quería doblegarlo de inmediato, en parte por su instinto de ser el más fuerte y en parte porque lo deseaba para sí mismo.

– ¿Podemos hacer esto todos los días? – dijo mientras soltaba un profundo suspiro.

– Torao,...honestamente, preferiría que no. – Law supo que había cometido un error cuando Luffy se alejó, volviendo a colocar recto el cuello de su camiseta. – Me siento raro.

– ¿A qué te refieres? – La pregunta salió en un susurro. Honestamente, comenzó a perder un poco el hilo de sus pensamientos cuando notó que la forma en la que se había restregado contra el cuello de Luffy había dejado unas pequeñas marcas rojas. Parecía el intento de un chupón.

– No lo sé. Es como una ansiedad. Como si quisiera alejarme de ti y a la misma vez no.

Notó que el pequeño alfa sudaba, una gota bajaba desde su oreja hasta su barbilla.

– Cosquillas, algo así. – Continuó hablando Luffy

Torao intentó entender a qué se refería ¿Repulsión? ¿Deseo? Parecía lo segundo. Quería preguntar, asegurarse. Más las palabras se quedaron atascadas en su garganta cuando percibió el maldito olor de excitación de un omega en celo. El olor era realmente fuerte, así que sus fosas nasales se llenaron de inmediato.

Entre Alfas (LAWLU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora