Capítulo 2

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LAW

Las noches que durmió junto a Luffy no fueron como él pensaba. Lejos de ser una experiencia sexy, fue incómodo como la mierda. El pelinegro no paraba de moverse, dándole codazos y patadas durante toda la noche. Lo peor es que dormía tan profundamente que incluso si lo trataba de despertar era en vano. Así que durmió escasas horas, haciendo que durante el día estuviera exhausto. Hasta parecía tener más ojeras que antes.

Fue horrible. Y era una pena, porque el genuinamente quería aprovechar la cercanía con el pelinegro para mejorar su relación y que evolucionara de amistad a algo más. También probó a mandarle feromonas, pero al contrario de lo que sucedía en los omegas, Luffy tan solo le dijo que apestaba y que se fuera a bañar.

Era natural, las feromonas de alfa olían ligeramente mal para otros alfas. Si él olía a hierbabuena para los omegas, a Luffy le debía estar llegando el mismo olor pero añejado, menos encantador. Por eso desistió ante sus instintos de querer marcarlo con olor. Todo lo que haría para cortejar a un omega no iba a funcionar con Mugiwara. Tenía que usar otras estrategias.

Lo bueno es que él era muy bueno en hacer planes a corto y largo plazo. Tendría que enamorarlo como lo hacían los betas. A base de gestos románticos.

Y eso intentó. Como a la hora de comer, que dejaba que el pequeño le robara la carne del plato.

-Gracias, Torao. Eres muy amable.- Dijo Mugiwara con la boca llena. Law solo asintió en respuesta.

Luego, durante las tardes, escuchaba las infinidad de historias que el más bajito le contaba. Eran tantos sucesos que apenas podía seguir el hilo y en consecuencia apenas respondía con escasas palabras. Sin embargo, parecía que eso no le molestaba al otro.

-Eres bueno escuchando.- Comentó el pequeño.

Así, los elogios no pararon de llegar a sus oídos, pero no veía avances en cuanto a su relación. Después, se dio cuenta que Luffy era bueno dando elogios a todo el mundo. Que si el esqueleto era bueno cantando, que si Robin era muy lista, que si el espadachín muy fuerte, que si Usopp era muy valiente,...

Tal vez, tenía que rendirse. Luffy nunca iba a corresponderle. Seguramente ni siquiera se le pasaba por la cabeza que él estaba coqueteando, pero de nuevo, ¿por qué lo pensaría? No era lo normal entre alfas.

A la segunda semana de su estancia allí, decidió parar. Y para despedirse de su primera decepción amorosa, durante la noche se decidió a abrazar a Luffy.

Eran las dos de la mañana cuando estuvo seguro de que el pelinegro estaba profundamente dormido. Estaba en una posición fetal de cara a él, por lo que pudo contemplar sus facciones tanto como quiso. A excepción de la cicatriz que tenía debajo de un ojo, Luffy tenía una piel inmaculada. Era bonito, así de sencillo.

Estiró uno de sus brazos y los posicionó encima de la cintura de Luffy. Con eso bastaba. Recordaría esto como las migajas de su amor imposible. Se acercó un poco más y cerró los ojos para intentar dormir. No fue mucho tiempo después cuando sintió que una de las piernas de Luffy se colocó sobre las suyas.

Empujó al pelinegro con delicadeza. Sin embargo, debió incomodarle, porque Luffy abrió los ojos con lentitud.

-¿Torao?- Law se alejó de inmediato del cuerpo ajeno.- ¿Sigues despierto?

-Perdón, no podía dormir.

-¿Quieres hablar?- Dijo Luffy antes de bostezar. Su voz aun se escuchaba somnolienta.

-No es necesario. Duerme.- El pequeño se frotó los ojos antes de abrirlos por completo.

-Ahora tampoco puedo, hueles muy fuerte.- ¿Lo hacía? Involuntariamente debía estar lanzando feromonas por la cercanía al otro alfa.- ¿Algo te preocupa?

Entre Alfas (LAWLU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora