Mi bello ángel (RadioApple)

#6

A la mañana siguiente todos despertaron tarde, eran las doce en punto del medio día cuando el primero en despertar fue Lucifer, su teléfono había estado sonando y fue por eso que se levantó. Con dificultad se obligó a abrir los ojos y sostener su teléfono, en la pantalla aparecía el nombre de su hermana, Charlie, seguramente para preguntar como estaba.

— Hola, Char. — Respondió en un bostezo, mientras tallaba sus ojos en un intento de adaptarse a la luz de la mañana que entraba por las ventanas del departamento. — ¿Por qué llamas tan temprano?

— Por dios Lu, son las doce del día. — Usó un tono burlón para decirlo. — Papá no dejaba de insistir en que te llamara para preguntar como te fue con tus amigos, ya sabes como es de sobreprotector. Además dijo que te preguntara a qué hora vas a regresar.

— Ugh acabo de despertar, dile que iré en cuanto pueda, que no se preocupe. Estoy bien — Habló con cansancio, echó un vistazo por todo la sala para ver que sus amigos seguían profundamente dormidos. Sonrió cuando miró que Niffty tenía sus piernas sobre las de Husk.

— Está bien, y ¿Cómo te fue?, querido hermanito.
Ya te declaraste a tu príncipe azul. — Una carcajada se escuchó del otro lado de la línea.

Lucifer rodó los ojos aunque sabía que su hermana no lo podía ver, sin embargo sus mejillas se sonrojaron.

— Charlie, cállate, no sé ni porqué te dije eso, además sabes que no me atrevería. — Hizo un pequeño puchero inconscientemente. — Tengo miedo al rechazo lo sabes, estoy seguro que para él solo soy un amigo más. — Soltó un suspiro, un pequeño ruido lo hizo voltear, era Alastor quién empezaba a despertar.

— Ay mi pobre Lu, dicen que el que no arriesga no gana. — Dijo con compasión.

— ¿Y sino gano?, tengo miedo de perder su amistad. — Soltó con pesar en su voz, un pequeño quejido lo alertó. — Te dejo Char, Alastor está despertando. Por favor dile a papá que pronto llego. — Se despidió con rapidez.

— Oh, salúdame a mi futuro cuñadito. Bye, Lu nos vemos más tarde.

Hizo un pequeño gruñido en forma de protesta por lo que dijo su hermana, para luego colgar la llamada. Hacia dos semana le había dicho que se sentía atraído por su amigo, Alastor. Su hermana era la persona con quien compartía absolutamente todo, así que no fue sorpresa que después del primer día de clases llegara corriendo hasta la habitación de su querida hermana, para abalanzarse sobre esta y contarle sobre el "chico que le había robado el corazón" en sus propias palabras.

Sinceramente desde que lo había visto esa primera vez en el pasillo su corazón se había acelerado, le pareció un chico de lo más atractivo, alto, moreno, con gafas y elegante, alguien totalmente su tipo. Como era de esperar sus sentimientos por ese chico solo se hacían más grandes conforme los días pasaban y compartir su tiempo con él no ayudaba en absoluto a calmar su pobre corazón.