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Narrador omnisciente

La peli rosada se sentó en la silla de la barra, estaba un poco pasada de copas así que decidió sentarse para calmar el dolor de cabeza que empezaba a molestarla, en las últimas dos horas de la fiesta no paraba de ver a un hombre rubio, los dos cruzaron miradas un par de veces pero más nada. Al final el que decidió acercarse fue él.

—¿Te encuentras bien? — preguntó.

— Estoy...bien... — Respondió Billie mirándolo de arriba abajo como si lo deseara tanto, y el rubio se dio cuenta.

— Eso espero, apropósito mi nombre es Nanami.... Nanami Kento. —Dijo sentándose en la silla de al lado.

—Madeleine moretti.

—Apellido italiano. —Respondió rápidamente sin dejar de mirarla.

—Mi padre es italiano, se puede decir que soy media italiana.

— Madeleine, y....que edad tienes?

Ante la pregunta de Nanami, madeline pensó dos cosas, uno, que obviamente le mentiría, y dos, que no lo iba a volver a ver, entonces porque no aprovechar el momento?.

—Veintitrés. — Dirijó su vista hacia él.

— Solo tres años de diferencia.... Disculpame el atrevimiento pero, podría invitarte una copa o ya sientes que bebiste lo suficiente?....podemos ir a tomar algo mas ligero si asi lo deseas...

Nanami salió junto con madeline por la puerta de la fiesta, la llevo a una cafetería, tomaron té y se relajaron un rato, claro que una cosa llegó a la otra y Nanami la llevo a un hotel, fueron unas cuantas caricias y jadeos con la habitación pero no pasó de más, pues madeline todavía era virgen, e hizo todo lo humanamente posible para hacerle a entender a Nanami que simplemente no quería tener relaciones, solo un poco de placer, y kento lo entendió a la perfección, eso sí, le dio la mejor noche con tan solo tocarla.

Ya se habían acabado el mes de vacaciones por los festivales, a madeline le tocaba volver a ingresar a la universidad, y hablando en los pasillos con su amiga nobara, ella le contó que un nuevo docente estaría suplantando a uno de sus profesores, no se sabía si sería permanente, por el momento era un suplente. Madeline no le llamo mucho la atención la noticia que le dijo nobara, solo esperaba entender a este nuevo profesor como lograba comprender al anterior.

Al llegar Madeleine se sento en el cuarto puesto de la fila del medio, dejó caer su bolso a un lado y agarro su libreta y un par de bolígrafos y resaltadores, en eso se escucharon algunos pasos pero madeline no había alzado la vista aún.

𝓝𝓪𝓷𝓪𝓶𝓲 𝓴𝓮𝓷𝓽𝓸
七海健人

— Buenas tardes. — Dije con voz firme y entre al salón en el que estaría de suplente las próximas semanas.

Agarre la tiza blanca y escribí mi nombre en la pizarra, dejé mi maleta de trabajo encima del escritorio y miré a mis alumnos, me quedé en shock cuando vi ese cabello rosado y esos ojos verdes que ya había visto antes, justamente hace un mes, tragué saliva fuerte, y por fin ella levantó su mirada y cuando me vio su reacción fue la misma, pero después de unos segundos evito mi mirada y fingió demencia.

— Página 135 del libro, anoten la biografía e historia de Heisei Akihito, y les haré un interrogatorio, tienen una hora y media, trabajen en silencio. — Dije mirándolos a todos, pero mi vista iba a ella, la cual hundía su cara en su libreta.

Me senté en mi silla y puse una de mis manos en mi sien mientras mis codos estaban apoyados en mi escritorio, estaba metido en un lío, ya lo sabía, como pude tragarme el cuento de que ella tiene veintitrés años, es una niña apenas empezando la universidad debe de tener unos 18 o peor 17.

Nunca había caído tan redondito en una mentira, pero esto ahora era grave.

𝘛𝘦𝘯𝘵𝘢𝘥𝘰𝘴 𝘱𝘰𝘳 𝘦𝘭 𝘥𝘦𝘴𝘦𝘰 | 𝘕𝘢𝘯𝘢𝘮𝘪 𝘒𝘦𝘯𝘵𝘰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora