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No me veía, me ignoraba, y por alguna razón me molestaba y era tan frustrante para mí.

Ahora estaba furiosa ya se me había acumulado todo y juraba que toda mi rabia la iba a pagar con él. Caminaba por los pasillos hasta llegar al salón el cual se encontraba vacío, ahí estaba él, sentado corrigiendo exámenes. No había prácticamente nadie en el instituto, podía darme el lujo de gritar a gusto, la dirección estaba abajo y este era el último piso.

- Quiero que usted me dé una explicación a esto. - dejé la mala nota de mi examen en la mesa con molestia, el alzó su mirada inexpresiva para verme, pero de inmediato siguió en lo suyo.

- Que quiere que le explique, eso es un 3 de calificación, debería ser más específico?. - respondió con un tono arrogante que me hizo querer darle un golpe.

- Si.

- Usted es una chica muy inteligente, así que no creo que debería ser más específico, las notas no siempre son excelentes, si eso es todo puede retirarse estoy ocupado..

- Eso es imposible, comparé las notas con mi compañera y todo está bien, no me quiera ver la cara profesor. - informé alzando mi voz.

Se apoyó en su silla y volvió la mirada a mí, agarró mi examen y empezó a revisar, dejo el examen nuevamente en la mesa, se cruzó de brazos, y me miró fijamente.

- No hay procedimientos bien hechos.

- Es una tontería, me vas a poner tres por eso, además hay compañeros que no hicieron procedimiento y sacaron nota alta.

- Quizás eran la acumulaciones de recuperativo.

-Créeme haré un gran lío si no subes esta nota, es injusto y lo sabes.

- ¿Me estás amenazando?

- Me estás haciendo la vida cuadritos por mentirte, dime qué iba a ver yo todo esto.

- ¿Ahora sí te atreves a confrontarme?

- Por un carajo, nanami eres mi profesor.

- Ahora sí soy tu profesor.

Me quedé callada, intentaste buscar palabras para responder, Pero antes de decir siquiera una palabra, el agarró mi examen el cual lo corrigió y me puso una nota más alta, la nota que sí era.

Agarré el examen con molestia, y apenas di un paso para irme escuché su gruesa voz que hizo detenerme en un instante.

- No te vas a ir como aquella vez.

- ¿Y si lo hago que?

- Te detendría, porque sé que en el fondo no quieres salir por esa puerta.

Sentí todo mi cuerpo que estaba tenso calmarse, sentí un frío en mi pecho, Nanami tenía razón, no quería irme, incluso en ese pequeño encuentro que tuvimos en el salón, no quería despegarme de él, pero mi orgullo, y mi ego me obligó a hacerlo.

Algo que nos diferencia, es que nanami ha dejado totalmente a su orgullo a un lado, bueno en algunas ocasiones, pero lo que me acaba de decir, que él me detendría si yo saliera por esa puerta, porque me puede descifrar tan bien que sabe en realidad que yo no quiero irme.

- ¿Nanami, estás ocupado?

Una voz que ya se me hacía un poco familiar se asomó por la puerta, si no me equivocaba era el profesor geto, él le daba clase al salón de choso.

- Estaba, mi alumna vino a corregir un examen, ella ya se iba.

- Si, con permiso.

Sin más salí del aula, mientras mi mente recordaba nuevamente esa esa noche que tuve con nanami, mi corazón se aceleraba aunque quisiera negarlo.

Me preguntaba qué pasaría ahora con él, realmente me gustaba o solo era un deslice?.

No lo sabía, pero de lo que sí estaba segura, era que nanami me había hecho olvidar a choso por completo, esa noche que me besó no sentí nada, y el único que pasó en mi mente en ese momento fue Nanami Kento.

No lo sabía, pero de lo que sí estaba segura, era que nanami me había hecho olvidar a choso por completo, esa noche que me besó no sentí nada, y el único que pasó en mi mente en ese momento fue Nanami Kento

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𝘛𝘦𝘯𝘵𝘢𝘥𝘰𝘴 𝘱𝘰𝘳 𝘦𝘭 𝘥𝘦𝘴𝘦𝘰 | 𝘕𝘢𝘯𝘢𝘮𝘪 𝘒𝘦𝘯𝘵𝘰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora