Tu familia

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Advertencia ⚠️ contenido sensible, si eres susceptible a la depresión o a las escenas de intento de suicidio te pido que no leas éste capítulo o lo hagas con cautela, tu salud mental es más importante que un fanfic ❤️.

...

A la mañana siguiente y luego de horas de arduo labor desmantelando el circo; con el nuevo par de integrantes apropiadamente asignados a sus nuevos vagones, el tren del circo Zaragoza estaba casi listo para seguir su aventura por el mundo.

Y ahí pensaban Marty, Melman y Gloria que estaba el problema con Alex. Desde que Stefano empezó a conocer y acercarse a Dalina, el felino de melena dorada parecía querer aislarse de TODO el mundo, incluso de ellos que lo conocían de toda la vida, adoptando una actitud más que preocupante, y ésa misma mañana el estado del león era incluso peor...

Alex caminaba casi por inercia entre los vagones, con la mirada perdida, demacrada y apagada trasladando cajas de un lado a otro, a veces olvidando su destino, caminando sin rumbo, chocando o tropezando contra las cajas, ignorando a todos...

"¿Al... ya desayunaste..? Te aparté algunas galletas de fresa jeje..." Trató de preguntarle su compañera de trapecio en un tono animado, pero incluso a ella la ignoró, pasando de largo con la misma expresión cansada. Sus ojos, entrecerrados, ya ni siquiera lucían azules, si no totalmente grises y opacos, carentes de vida y sin rastro alguno de alegría...

"¡Pst!"

Confundido, Alex alza un poco la mirada hacia el entremedio de un par de vagones del tren, dónde alguien lo llamaba.

Sin responder caminó hacia allá, más bien por curiosidad, dando un pequeño respingo al ver el rostro del oso polar con el que pasara su semana, sonriéndole recargado contra la pared del vagón.

"¿Así que te vas gatito..?" Cuestiona el mayor usando un fingido tono que aparentaba sonar herido. Suspirando, el león únicamente asiente.

"Bien, porque te recuerdo que tú me debías una despedida, ¿o no pequeña puta..?" Amenazante se acerca, logrando tomar su brazo en un agarre fuerte antes de darle oportunidad de escapar al león.

"¡Nmgmmm!" Alex trata de gritar pero el mayor cubre su boca, y acto seguido comienza a arrastrarlo hacia el bosque, divertido con los inútiles forcejeos del más bajito. "¿Ahora te harás el santo conmigo? Ésa carta ya no te funciona precioso..."

Sollozando de miedo el león sigue pataleando y tratando de gritar, mirando con impotencia como el tren se alejaba más y más de su vista, hasta gritar de dolor y pánico cuando el oso por fin lo empuja contra un árbol, sin soltar su boca repartiendo besos lascivos y asquerosos en su cuello y sus hombros.

Llorando, éste parece resignarse cuando el mayor ya manoseaba su entrada, queriendo prepararlo de manera tosca, pero...

"¡SUÉLTALO BASTARDO!"

Seguido del grito de Freddy, una lluvia de botellas de cristal se estrellan contra la cabeza del enorme oso polar haciéndolo gruñir de dolor y separarse del felino. Alex logra ver entre sus ojos nublados por las lágrimas como el grupo de perros de su circo se echaban encima de su atacante, y a punta de mordidas, botellas rotas y arañazos sorprendentemente lograban hacerlo caer al suelo.

En pánico cuando uno de los cristales hizo una herida profunda muy cerca de su ojo izquierdo, el enorme depredador gruñó y rugió de rabia, apartando a los canes de un manotazo y huyendo rápidamente hacia el bosque, "¡Malditos psicópatas!" Chilla ya a la distancia, escuchando aún los ladridos furiosos de la pandilla de perros.

"¿Se encuentra bien jefe..?" Shenzy preguntó, acercándose rápidamente al león junto con los otros preocupados canes, pero en medio de su llanto el felino solo logra asentir, levantándose rápido del piso y huyendo de vuelta al tren...

Bizarro MalentendidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora