Bizarro Malentendido

Malentendido

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Era tarde en la noche, la mayoría de los animales del circo Zaragoza dormían profundamente en sus carpas luego de un agotador día de práctica, al día siguiente debían moverse y muchos habían dormido más temprano por ésto mismo, excepto cuatro de ellos.

Marty no había regresado a su carpa ésa noche luego de visitar a su novia Ernestina, así que con una leve risita de sus dos compañeros leones al entender el motivo, simplemente comenzaron a prepararse para dormir. Alex había salido a la carpa de comida por algo dulce y su amigo Stefano le había pedido que le trajera algo también, a lo que él asintió y salió callado para no despertar a nadie.

De nuevo el león marino veía con curiosidad aquella mantita que siempre adornaba la almohada del león, era linda, pero no parecía ser exactamente su estilo, lo que le daba curiosidad, pero nunca se atrevió a preguntarle aún, le daba algo de nervios que fuera algo personal, apenas se conocían de al menos un año, no quería ser maleducado.
Aprovechando que no estaba, se acercó un poco a ésta para mirarla un poco mejor, no parecía hecha por humanos, ¿la habría hecho él? Sabía que era bueno con manualidades, podría ser una posibilidad, pero parecía ser algo antigua, no reciente. Cerca de ésta notó que tenía el aroma de alguien más, no solo el de él, extraño...

"¿Que haces Stef?" La voz del león entrando a la carpa lo sobresalta y lo hace alejarse un poco, no suena enojado pero aún así el león marino se disculpa.

"Ay, lo siento Ales... esque es linda" dice mientras señala la mantita, el león sonríe plenamente mientras le da su pedazo de pastel.

"La hizo mi mamá" le dice orgulloso mirándola con cariño, Stefano sonríe con ésto, entendiendo, mientras sostiene un momento el collarín con la bandera italiana que siempre usa.
Ambos se dirigen a sus camas comiendo aquel postre y listos para apagar la luz luego de eso. Stefano por un momento se queda viendo fijamente la cama del león, viendo aquella manta, luego con cuidado se quita su collarín para mirarlo mejor, con cierta nostalgia.

"¿Extrañas a tu madre Ales?" Le pregunta de repente, de inmediato se arrepiente un poco porque esa si que fue una pregunta muy personal, y se arrepiente aún más al ver la expresión del león, que por unos minutos no contesta, su expresión se ensombreció un poco, de pronto pareciendo realmente triste, recordando...

"Si..." Le dice en voz baja, en un susurro casi inaudible, ese solo suspiro cargado de tantas emociones, en su mayoría tristeza y nostalgia, mientras lentamente se acuesta en su cama dándole la espalda al intrigado y algo avergonzado león marino que mejor ya no dice nada y cabizbajo apaga la luz de la carpa.

POV Stefano

Aún no es de día, pero estoy despertando. Escucho un ruido extraño cerca... ¿Marty habrá vuelto?

"¿Marty?" digo en voz baja esperando escuchar la voz de mi compañero de cañón, pero no, la carpa sigue a oscuras, el ruido viene de la cama de Alex.

"¿Ales...? ¿Estás despierto aún?"

No contestó, supongo que sí, pero está haciendo ruidos, con su nariz... espera... ay no... puedo escucharlo sollozando.

"¿A-ales? No llores amigo..." Le digo acercándome, pero de nuevo no contesta, al verlo de cerca a pesar de la oscuridad que aun queda a pesar de estar amaneciendo puedo ver que está abrazando su almohada llorando a mares aún dormido... ¿ésto es mi culpa? Nunca lo había visto así antes... creo que realmente no debí preguntar éso.

"Mami... no... p-porfavor... no te... vayas..."

De pronto me asusta que comienza a alargar su brazo hacia el frente, aún dormido, parece que quisiera alcanzar algo, o a alguien, comenzando a llorar más fuerte hablando entre sueños ¿ahora que hago? ¿Lo dejo así? Pero se ve mal