ꨄ.- 1 (Prólogo)

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El viento frío soplaba a través de las calles empedradas de Liyue, dos amigos caminaban tranquilamente, teniendo una conversación armónica, haciendo que las hojas secas de los árboles danzarán en el aire

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El viento frío soplaba a través de las calles empedradas de Liyue, dos amigos caminaban tranquilamente, teniendo una conversación armónica, haciendo que las hojas secas de los árboles danzarán en el aire. Kaedehara Kazuha caminaba con paso lento, sus ojos rojizos prestando atención a las suaves facciones de Scaramouche mientras hablaba sobre el nuevo encargo que le había hecho la Reina menor Kusanali en Sumeru y en como tuvo que enfrentarse a unos fatuis molestos en cada rincón que exploraba. Kazuha prestaba atención a cada palabra que salía de los labios del ex-heraldo hasta que su mente se perdió en sus pensamientos, cada rincón susurrándole recuerdos de tiempos pasados. Sobre su ciudad natal Inazuma, sobre su familias, amigos... Oh, sus amigos.

Kazuha sintió un escalofrío recorrerle la espalda al recordar la palabra 'amigos' en especial de Tomo... Oh su primer amor real, su corazón latía con fuerza cada vez que lo veía sonreír o jugar con el gatito blanco que ambos compartían.

Pero su corazón se rompió en mil pedazos cuando vio en propia carne como la Shogun Raiden, quien se suponía debía ser una Arconte decidida a proteger a su pueblo, empezó el decreto de captura de visiones y cuando Tomo rechazó aquel dictadura desafiándola a un duelo, perdió miserable y la Arconte utilizo su Musou no Hitotachi terminado con la vida de Tomo en tan solo unos segundos. Su cuerpo helado y sin vida cayendo en sus brazos, lágrimas y sangre en todas partes.

Lo último que recuerda es como tomó la visión vacía de su fallecido amigo entre sus dedos, mientras escapaba de Inazuma para no volver a saber nada de la dictadura de la Shogun. Se llevó dos recuerdos ese día, la muerte de aquel persona que amo y las quemaduras en su mano derecha que causó la visión de Tomo cuando quedó vacía.

— ¿Kazuha? ¿Me estás escuchando? —Kazuha volvió de sus pensamientos cuando la voz molesta de alguien lo llamó por su nombre. Sus ojos se ensancharon y lágrimas comenzaron a caer por sus mejillas cuando vio a Tomó frente a él, sin dudarlo se abalanzó para abrazarlo pero cuando lo tocó, su amado de desvaneció como si de una ilusión se tratara y en vez de estar abrazando al fallecido Tomo, estaba abrazando a Scaramouche, quien lo miraba en un estado de confusión.

— Oh... lo siento... Olvídalo. —Kazuha se separó avergonzado, limpiándose las lágrimas de las mejillas con el dorso de la mano, ganándose una mirada confundido del mayor. Scaramouche puso los ojos en blanco restándole importancia a la situación y continuando su caminata junto con el albino.

Últimamente el samurai había estado comportándose de manera extraña... Lloraba a veces sin motivo, lo abrazaba fugazmente de sorpresa para luego soltarlo como si nada y siempre lo miraba como con una extraña mirada, no la propia que siempre le dedicaba.

O al menos eso era lo que veía Scaramouche desde su perspectiva.

Por el lado del albino no pudo evitar ver en Scaramouche la primera vez que lo conoció a Tomo. La forma en que hablaba o se expresaba, como sus facciones se suavizaban con ciertas palabras, su amor secreto por los mininos y como no dejaba que nadie le dijera qué hacer o cómo actuar. Todo en el ex-heraldo le recordaba a Tomo, a su amor.

Mi flor morada.. ¡Kazuscara! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora