CAPÍTULO 2

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Nathan

Mierda, llego tarde...

Aceleré pasándome el máximo de velocidad, pero una inútil que no sabe cruzar se me atravesó y casi la atropello. Nos pusimos a pelear, pero, por mucho que nos hayamos insultado, me pareció hermosa. Sus ojos de color miel eran increíblemente atractivos, su pelo marrón brillante le daba un toque hermoso a la forma de su cara. Tenía algunos granos en su frente, pero le daban un toque único. Además, su altura era considerable para su edad; obviamente, era más pequeña que yo.

- ¡Ya estoy! - Entré agitado por la puerta. Todos me miraron y Álex, mi amigo, se me acercó e hicimos un saludo que teníamos. - ¿Llego tarde?

- No, aún no, no te preocupes. - Me dirigió a una sala destrozada. Me senté al lado de Oliver y Álex se puso en el centro de la sala. - Señores, los he reunido hoy para informar que el mismísimo Thor nos ha retado a unas carreras con eliminatorias.

Thor era un completo gilipollas. Siempre nos retaba pensando que nos iba a ganar, pero como en todas las carreras, perdía y montaba un numerito diciendo que habíamos hecho trampa, que amañamos su moto...

- ¡Venga ya! - Nos quejamos todos.

- ¿Y ahora qué quiere? - Pregunté enfadado.

- Quiere volver a perder - Rió Izan, un compañero de trabajo.

- La verdad es que creo que sí, pero bueno, le he dicho que iremos. Más vale que este jueves no tengáis planes.

- Yo quería estar con mi novia - Dramatizó Izan.

- Si no has tocado a una mujer en la vida - Me reí.

- Pregúntale a tu madre - También se rió.

Nos pusimos en parejas para hacer una ronda de eliminatorias. Primero fueron Álex e Izan, dejándonos solos a Oliver y a mí.

- Nathan, ¿puedo confiar en ti?

- Depende, ¿qué pasó?

- Hay un chi...

- Ay no... Consejo: vive la vida como un soltero, es todo más fácil.

- ¡Ni siquiera terminé!

- "Nathan, hay una chica que cada vez que la veo se me pone dura" - Imité su voz. - Sé que me ibas a decir eso.

- No te lo iba a decir así.

- Pero lo pensabas - Le señalé con las cejas levantadas.

- La próxima vez no te digo nada.

- Vale, vale, esta vez te dejo hablar.

- Hay una chica que no sé, me hace sentir raro.

- Ay, el amor - suspiré - Yo solo digo que estar soltero es la mejor opción.

Álex e Izan terminaron, ganó Álex por poco y ahora nos tocaba a Oliver y a mí.

La carrera empezó difícil. A Oliver se le dan increíblemente bien las motos, pero a mí aún mejor, así que fue fácil adelantarlo en una curva, creando mi victoria.

- ¡Llegué! - Dije dejando mi chaqueta. Ara corrió hacia mí. - Hola, pequeña - acaricié el pelaje negro de mi gata. - ¿Tienes hambre?

Le puse su comida y me fui a ver la tele, pero no pude evitar pensar en Oliver y esa chica. ¿Cómo se sentirá el amor? Nunca me había enamorado; solo iba con algunas chicas por las noches y después no nos veíamos nunca más. Si ellas querían algo más, desaparecía de su vida en un abrir y cerrar de ojos. Mis pensamientos fueron interrumpidos por un ruido en mi habitación. Cuando asumí, vi a un gato marrón apoyado en la ventana.

Mi primer y último te amoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora