CAPÍTULO 34

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Nathan

Ellie parecía una niña pequeña, su sonrisa era especial, tenía un brillo único, normalmente sonreía con los labios, pero esta vez todo el rato sonreía mostrando sus dientes. Ella me decía que no le gustaba como se veían al estar más afilados que lo normal y algunos un poco torcidos, pero a mi me encantaba, por eso siempre la intentaba hacer reír, para así poder verlos

Me desperté con un dolor de cabeza como si fuera un pinchazo, cuando vi a mi alrededor vi que Ellie no está, con cuidado baje las escaleras y la vi cocinado

-Buenos días- bostece

-Buenos días- la voz nasal me sorprendió

- ¿Qué te paso en la voz? - me reí

-A alguien se le ocurrió besarme bajo la lluvia- me miro mal de reojo

-Ay solo quería ser romántico- la abrace

-Fuera, fuera- me empujo un poco-No te lo quiero pegar- volvió a cocinar

- ¿No puedo abrazar a mi esposa en la luna de miel? - hice un puchero

-No quiero pegártelo- murmuro

-No te preocupes, yo también estoy contagiado- la volví a abrazar levantándola y separándola de la vitrocerámica

-Pero entonces el contagio se volverá peor- se intentó separar

- ¿Qué? - fruncí el ceño-Eso no va a así

- ¿Cómo que no? - ella imito mi gesto

-Como que no, por que los dos estemos contagiados no se va a convertir en un mega constipado

-Pero yo te pego mis virus y tu me pegas los tuyos- nos señaló según lo iba diciendo

-No tiene lógica- rodé los ojos

- ¡Por supuesto que sí! - cogió su teléfono- Hay que meterse en webs...- murmuro- Aun así, yo tengo razón- cruzo sus brazos

- ¿Entonces si te beso? - a bese y ella me aparto

- ¡No puedo respirar! - dijo agitada

- ¡Ya llegué! - anuncie mientras entraba por la puerta- ¿Ellie? - pregunte al ver que no había respuesta- pase por el pasillo y la vi tirada en el sofá mientras veía una película con cara de muerta

Ella hizo un ruido para contestarme y me senté a su lado

-Traje medicinas- busque en la bolsa- Mira- le enseñe algo que se metía en la nariz y te quitaba la congestión- Dice la farmacéutica que esto te quita la congestión en un día- sus ojos miraron lo que tenía en la mano

-Duele, duele- se quejó mientras metía el espray de la medicina y aprete haciendo que suelte un gemido de dolor

-Ahora el otro- me separe un poco de ella

-No por favor- se quejó y lo volví ha hacer- Mas vale que esto funcioné- salían lágrimas de sus ojos ya que era menta

Yo me tome unas medicinas y dieron resultado a los minutos

-Nath no entiendo por que te empeñabas en que me vistiese bien...- se fue callando cuando vio como había decorado todo con velas y pétalos-Pero...- hizo una sonrisa nerviosa

-Vamos ha celebrar bien nuestra noche de bodas- la ayude a bajar el ultimo escalón de las escaleras y la di una vuelta sobre si misma

-Pero ya estaba bien sin esto- miro sorprendida la decoración

-Pero esto lo hace mejor- la agarre de la cintura para besarla

Sentí el tacto de su nuevo vestido. Era blanco y le llegaba por la mitad de los muslos, la parte de arriba tenia tirantes y abajo una falda suelta y con dobladillos, era de una tela suave y sencilla, no tenia mucha complicación, pero a ella le quedaba genial, además que se ondulo el pelo y se puso el collar con un corazón dorado

Mi primer y último te amoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora