CAPÍTULO 9

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Ellie

¿Sí? -intenté poner un tono serio

- ¿Ellie? - escuché la voz de Samanta a través del teléfono

-Si soy yo

- ¿Podrías venir a tu apartamento?

-Si no te preocupes, voy para allá, no me importa- dije en un tono un poco preocupado, si ella me llamaba algo malo pasaba

-No te tardes

Colgué el teléfono y rápidamente me dirigí para allá

-Ya estoy-anuncié cuando entré por la puerta

- ¡Pequeña! -exclamó Amanta con los brazos abiertos para que le diera un pequeño abrazo

Anta era una señora mayor de unos ochenta años, muy amable, ella me ofreció el piso cuando me vio divagando por la calle, desde entonces se volvió como si fuera mi abuela

- ¡Amanta! -dije con una sonrisa dándole el abrazo, pero mi sonrisa se fue cuando vi a su hija, Samanta, no sé cómo de un ángel como su madre salió tal bruja, Samanta siempre me intentaba ruinar la vida- yo creo qu es porque su madre me quiere más a mí que a ella- intentaba meter mierda o quejarse de mi cada rato que podía y siempre, cada vez que hablamos menciona a su hija Danna, ella no hace nada malo, es más, es muy buena, pero su madre siempre la presume como si de un premio tratase

-Te queremos informar de algo importante, pero primero come una galleta pequeña- La única que no me miraba con cara de asco me ofreció una caja con sus increíbles galletas recién horneadas

- ¡Gracias! -cogí una y Dios mío, sabía al cielo

- ¿Podemos ponernos serios? -Samantha se cruzó de brazos soltando un suspiro pesado

Nadie te obligo a estar aquí

-Ya voy, ya voy, solo quería ofrecerla una galleta-Amanta dejo la caja de galletas y me miró con cara triste- Pequeña... Ya no te puedes quedar aquí

- ¿Qué? ¿Por qué? -pregunté sin entender, llevo viviendo aquí cinco años, no me podían echar de un día para otro

-Que te vas, tienes un mes-Habló su hija sin paciencia

- ¡Ama! No seas cruel- su madre negó con la cabeza decepcionada-Siento su comportamiento de niña maleducada-la miró mal por el rabillo del ojo-Mi nieta va a estudiar en una universidad que queda a una cuadra de aquí, entonces hemos decidido de que se quedé a vivir aquí

- ¿Pero a donde iré yo? -en ese momento pensé en Nath, pero no quiero aprovecharme de él, además, no somos nada, no tiene por qué hacerlo, como él dijo "amigos por el día y adictos al sexo por la noche"

-En eso no te podemos ayudar, lo siento-Amanta se lamentó

Fui a casa de Nath para contarle que es lo que pasa y me sorprendió cuando dijo que podía quedarme en su casa

Que buena racha llevo, mi mejor amigo de la infancia me deja de hablar y me quedo sin casa ¡Guau! ¡Qué divertido! (ironía)

Al día siguiente-por petición suya- estábamos empaquetando todo

-Asique aquí es donde vivías- murmuró mientras veía la decoración de mi casa

Mi casa era una mezcla de rustico, industrial y romántico -más mi creatividad- estaba llena de luces de colores por las vidrieras en las ventanas del salón, había muchas plantas colgando, en el suelo, en los muebles, mirases donde mirases, también todo era de una paleta cálida haciendo un ambiente acogedor

Mi primer y último te amoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora