CAPITULO 6

21 5 0
                                    

La luna se reflejaba en las grandes ventanales del palcio del duque Stranger, la brisa era ligera, y se sentia recorrer levemente por los pasillos. Provocando un leve silvido tan silencioso y nocturno. Tony caminaba en silencio, a unos cuantos pasos el mayordomo Jravis lo guiaba. Aun estaba vestido con su tipico traje, en su mano izquierda llebaba una lampara para alumbrar el camino.

-No se sienta avergonzado, señorito Tony. A muchos les cuesta acostumbrarse a la peculiar orientación de esta mansión- dijo Jarvis con un tono neutro al notar el silencio del joven.

-Me resulta difícil de creer- suspiró Tony.

-He conocido a muchas personas extraviadas en este lugar. Es curioso cómo algunos pueden pasar días perdidos-continuó Jarvis, deteniéndose y mirando a Tony con una ligera sonrisa. "Aunque el único que puede orientarse tan bien como yo es el duque Strange.

Tony no pudo evitar sonreír de lado. -Espera, ¿eso fue una ironía?-preguntó de manera juguetona.

Jarvis giró una perilla y abrió una gran puerta, manteniendo un rostro sereno mientras ambos ingresaban a la nueva habitación.

-Esa puerta... espera, ¿antes no había una puerta aquí?- preguntó Tony, seguro de que el pasillo estaba liso hasta el final. Decidió salir de sus pensamientos para apresurar el paso al ver que la luz de la lámpara se alejaba.

-Siempre ha estado ahí, señorito Stark. A veces hay que mirar hacia adelante en lugar de hacia abajo para encontrar una salida- explicó Jarvis.

Tony tomó ese consejo de manera personal, como si el mayordomo supiera que estaba perdido en sus recientes pesadillas, que se repetían cada noche como un tipo de autocastigo.

-Pero aún no hemos llegado a la habitación de Peter-señaló Tony, volteando la vista para darse cuenta de que era la primera vez que estaba en esta parte del palacio.

-A veces es bueno tomar el camino más largo-respondió Jarvis, deteniéndose y señalando un gran cuadro que iluminó con la lámpara. -Ofrece una vista más panorámica.

Tony se acercó lentamente, sus ojos encontraron un gran retrato que era parte de una fila de cuadros. Todos eran retratos de personas peculiares, con miradas profundas y extrañas. Mientras caminaban, Jarvis y Tony observaban cada cuadro.

-Son los antiguos señores de Sanctum-comentó Jarvis, moviendo ligeramente las manos para encender cálidas llamas de fuego que iluminaron el pasillo como si fuera magia.

Era impresionante; había cuadros enormes y otros más pequeños, de diferentes tamaños.

-Había una clara preferencia dentro de la familia del duque- dijo Tony, con cierto tono de burla.

-El duque Stephen es el primer Stranger en Sanctum- dijo tranquilo el mayor -Aunque no voy a negar la preferencia de este vetusto palacio -

El omega sintió un leve remesón y vio cómo el piso los arrastraba unos centímetros, haciendo que algo de polvo cayera sobre ambos.

-Pero, ¿qué fue eso?- preguntó Tony, mirando a su alrededor. Era evidente que se habían movido unos centímetros desde donde estaban.

-Es solo un berrinche, no le tome importancia, señorito- respondió Jarvis, mientras limpiaba el polvo de su delicado traje. -Pero aún no entiendo por qué le dio media pared a Lady Oshtur y a Lord Hoggoth solo un tercio. Claro, como yo soy quien los soporta...- El mayordomo se acercó al cuadro más pequeño y lo limpió levemente.

-Habla como si los hubiera conocido- observó Tony, echando un vistazo al cuadro más grande y notando una pequeña placa con una fecha "1005 a 1060".

-Sí, los conocí. Tuve el privilegio de servirlos - dijo Jarvis.

El DuqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora