XVIII.

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Jungkook amaba mucho a Jimin. Lo ama con todo lo que era y llegaría a ser. Era su todo.

Sonrío al despertarse cerca de él, visionando sus pecas y lunares muy de cerca. Se acercó a darle un beso en la nariz y luego en la mejilla. Coló sus manos a su cintura y lo acercó a su pecho, lo abrazó olfateando sus cabellos y besando sus clavículas.

“Buenos días, mi vida.” Le susurró robándole una risilla. “¿Cómo dormiste?”

“Buen día.” Sonrío de vuelta, besándole en la mejilla y abrazándolo de la cintura fuertemente. “Muy bien, siempre duermo bien cuando estoy a tu lado.”

Se abrazaron por otros minutos, disfrutando por un momento de la calidez que su amor daba en ocasiones. A veces se quemaban, otras veces se congelaban y pocas veces se entibiaban.

Siguieron besándose y abrazándose, reían y se recostaban en el pecho del otro. Se amaban mucho, todo parecía ser secundario cuando recostaban sus cabezas en el corazón del otro.

Pero en la situación en la que se encontraban, sus momentos de primavera se reducían a pocas horas; hasta que las espinas que los rodeaban reventaran su burbuja de amor. En cuanto Jungkook se levantó de la cama para lavarse los dientes el mal ambiente se instaló, revisó su celular y con un ceño fruncido fue hacia la habitación de Jimin para pedirle explicaciones.

“¿Que mierda hiciste?” Le arrojó el celular al estómago para que vea lo que había en los mensajes.

Jimin sabía que el momento llegaría, pero no se esperaba que le reclamará. ¿Por qué lo haría? No tenía sentido.

“¡Responde!”

“Solo le respondí por tu paradero, estaba molestando con todas sus llamadas.” Dijo encogiéndose de hombros, totalmente indiferente a los audios del novio de Jungkook.

La mala forma de contestar hizo que su sangre hirviera, se subió a la cama y tomó a Jimin de las mejillas, marcando sus dedos en la piel rosácea de su ex novio. “Escúchame bien, tú y yo no hemos vuelto, sea lo que sea que hagamos, no tiene porqué afectar a Seongmin.”

“¡Ja!” Golpeó la mano que sostenía su rostro. “Hipócrita, mira dónde estás y con quién, si no quisieras afectar a Seongmin no estarías conmigo.”

“Pero él no tiene porqué enterarse de que estaba contigo, Jimin, no tienes el derecho de hacerle eso.”

“¿¡Y lo que tú le haces!? ¡Ayer estabas conmigo, ayer te metiste en mi cama! ¿¡Eso no es peor!?”

“¡No tenías porqué decírselo!” Gritó alejándose de la cama, tomó su ropa y comenzó a vestirse, tenía que reunirse con su novio para aclararle lo que había pasado. Mentirle, en simples palabras.

“¿¡Y por qué!?” Se arrodilló en la cama hasta llegar al borde. “¿¡Tanto te interesa!?”

“Es mi mejor amigo, Jimin, no una simple persona a la que puedes herir como quieras.” Dijo abrochándose el pantalón.

“Qué hipócrita.” Frunció el ceño negando con la cabeza. “Ya dime la verdad, ¿estás enamorado de él?”

“No me jodas, Jimin.”

“¡Responde!” Le lanzó una almohada. Su corazón iba a explotar por la amargura del momento, creía que alguien más ya le había arrebatado el corazón de su Jungkook. Estaba equivocado, ¿cómo eso podría suceder?

“Basta.” Susurró, cansado.

Lágrimas comenzaron a caer de los ojos de Jimin, se puso un suéter y siguió a Jungkook, se plantó detrás de él esperando una respuesta.

Don't hurt yourself ; km au Donde viven las historias. Descúbrelo ahora